Pablo Francescutti
Las poblaciones de salmón silvestre disminuyen a medida que aumenta el número de sus congéneres criados en piscifactorías. ¿Y qué tiene que ver una cosa con la otra? Muy sencillo: de los criaderos se escapan continuamente peces portadores de parásitos y enfermedades, que con gran celeridad se las trasmiten a sus parientes de los océanos.
Para establecer la correlación, dos biólogos canadienses cotejaron los datos relativos a las piscifactorías establecidas en su propio país, Escocia, Gales e Irlanda, con las estimaciones marinos de los servicios pesqueros oficiales. Y encontraron que, tal como sospechaban, la proliferación de granjas de salmones en una región determinada viene acompañada de una dramática caída de las poblaciones de sus congéneres en las aguas aledañas.
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