La ciudad de Tarragona venderá diariamente 24.000 metros cúbicos de agua a Barcelona, a 1 euro el metro, procedente de cuatro pozos. Las obras para conducir el agua desde estos pozos hasta el puerto estarán listas de aquí a dos meses, aunque según la Agencia Catalana del Agua (ACA) no funcionarán con toda probabilidad hasta pasado el verano.
Asimismo, se ha recuperado la toma y la tubería que se usó entre 1995 y 1997 para derivar agua de Tarragona hasta Mallorca. Se construye una extensión de esta misma tubería en el muelle de la Rioja para poder complementarla con las tuberías que se construyen.
El presupuesto total, que incluye la recuperación de los cuatro pozos, en desuso desde su explotación para derivar agua a Mallorca, es de dos millones de euros, costeados íntegramente por el ACA.
Al ser infraestructuras de Ematsa, la sociedad municipal responsable de las aguas de Tarragona, este organismo ostenta la dirección técnica de las obras. Sin embargo, será Agbar, responsable de las aguas de Barcelona, quien se encargue de la operativa del traslado del agua y del flete de los barcos desde Tarragona a Barcelona.
Las previsiones son de poder fletar un barco diario cargado con 24.000 metros cúbicos de agua, que cubrirán alrededor de un 5% del abastecimiento barcelonés. La medida no está exenta de polémica. Tanto la oposición del ayuntamiento de Tarragona (CiU-PP) como los grupos ecologistas y la Plataforma en Defensa de les Terres de l’Ebre consideran que se trata de un trasvase encubierto. Además, recuerdan que los pozos de Tarragona estarán disponibles gracias a que la ciudad se abastece mayoritariamente por el minitrasvase del Ebro desde 1989, el cual regula que el agua del Ebro sólo podrá ser usada en Tarragona y en ningún caso en otras zonas. Por ello, el portavoz municipal de CiU, Joan Aregio, reivindicó que “se pare de inmediato el trasvase. Si queremos ser solidarios, lo primero que debemos hacer es serlo con el río Ebro. Lo único que conseguiremos será salinizar los pozos de Tarragona”.
Sin embargo, el alcalde Josep Félix Ballesteros (PSC) aseguró que la medida la había tomado el ACA y que el ayuntamiento no podía negarse a colaborar en situación de sequía extrema. Adémás, según Ballesteros, la venta del agua “nos permitirá ampliar la extracción en dos millones de metros cúbicos anuales durante los 25 próximos años”. Dicho de otro modo, “representará seis millones de euros” para las arcas municipales. El alcalde también lanzó un mensaje de calma sobre la calidad del agua: tanto los técnicos del ACA como los de Ematsa analizarán los caudales a diario.
Fuente.- Tylog