Casi 31 millones de euros en un año. Es el presupuesto que la empresa pública navarra NILSA gestiona en 2008 para cumplir con los compromisos del Plan Director de Saneamiento de los Ríos en Navarra. De este total, 7,9 millones de euros están dedicados a la construcción de depuradoras, y otros 12 millones se destinan a la operación y mantenimiento de las ya existentes. En este contexto, NILSA cuenta con una decena de proyectos constructivos enmarcados en el Plan Navarra 2012, como la depuradora de Valdega, que entrará en servicio en otoño, o el proyecto de la nueva depuradora del valle de Lónguida, que se pondrá en marcha el próximo año.
En este mismo ejercicio, la empresa ha previsto recaudar 24,77 millones de euros a través del canon de saneamiento, que todos los contribuyentes pagan a través del recibo del agua, y cuyo objetivo es financiar completamente el citado plan a partir de la próxima década. En ejercicios anteriores, NILSA también contó con fondos FEDER procedentes de la Unión Europea que supusieron la mitad de la inversión de algunas depuradoras, como ha sido el caso de la recién inaugurada planta en Mendavia.
Así lo ha expuesto la Consejera de Administración Local navarra, Amelia Salanueva, a la comisión parlamentaria en la presentación de la memoria de actividades de esta empresa pública.
Salanueva destacó en su intervención que Navarra es la única comunidad que cumplió la directiva de depuración de aguas residuales que exigía esa depuración en poblaciones mayores de 2.000 habitantes antes de 2006 y resaltó que en la Comunidad foral se ha llegado hasta poblaciones de 500 habitantes. Hasta 2007 y desde 1989 en Navarra se había invertido en depuración y saneamiento 173,3 millones de euros.
Según la consejera, Navarra cuenta actualmente con 76 instalaciones completas de depuración (con tratamiento biológico de doble etapa) y en la actualidad se está trabajando, dijo, para llegar incluso a los núcleos de hasta un habitante. Asimismo, Navarra cuenta con 30 instalaciones de una etapa y con más de 400 fosas sépticas y tanques. "Todo ello permite que el 97 por ciento de las aguas residuales estén bien depuradas", finalizó.