El presidente de la Confederación Hidrográfica del Cantábrico, Jorge Marquínez, ha sido el encargado de iniciar el encuentro sobre la recuperación de costes derivados de los servicios del agua. Para tratar sobre este asunto se han dado cita en el Instituto Asturiano de Administración Pública Adolfo Posada numerosos agentes implicados en la gestión del agua dentro del territorio de la Cuenca Cantábrica. Estuvieron representadas, por tanto, las administraciones, el tejido social estructurado, las industrias e hidroeléctricas, así como las entidades gestoras de abastecimiento y saneamiento.
Objetivos del encuentro
En el programa establecido para el desarrollo de la reunión, estuvieron presentes los siguientes puntos:
- Dar a conocer la situación actual de la recuperación de costes de los servicios del agua en la Demarcación Hidrográfica del Cantábrico y sus implicaciones en el futuro Plan Hidrológico de Cuenca.
- Exponer las claves en la recuperación de costes, a partir de las líneas establecidas por la Directiva Marco del Agua.
- Analizar y consensuar criterios para el desarrollo de la materia tratada en el encuentro, así como mejorar los canales de comunicación, fomentando la coordinación entre las distintas administraciones y agentes implicados.
Ejes temáticos
Para poder dar cumplimiento a los citados objetivos, durante el encuentro se desarrollaron varios ejes temáticos: las inversiones públicas en los servicios del agua, los diferentes organismos que prestan los servicios de saneamiento y abastecimiento y sus respectivas competencias, las tarifas como instrumento de recuperación de costes y, por último, el tratamiento de los costes ambientales y el recurso en sí.
La recuperación de costes no es un fin sino un instrumento para alcanzar el buen estado de las masas de agua y garantizar el suministro de agua. Del total de recuperación de costes, una parte de los servicios del agua se repercute a los usuarios de manera directa, y otra es cubierta por los presupuestos del estado y las ayudas comunitarias. Lo importante es que la parte que se repercute a los diferentes usuarios incentive el uso adecuado de los recursos hídricos y/o desincentive la degradación de los mismos (en combinación con otros instrumentos legales, políticos, de concienciación...). La IPH (Instrucción de Planificación Hidrológica) menciona que se debe realizar “una valoración del grado de aplicación del principio del que contamina paga en cada uno de los servicios del agua”.