Iniciando el descenso en el vuelo Medellín - Santa Marta (Norte de Colombia), se empiezan a apreciar claramente las distintas piezas que componen este peculiar espacio. Por un lado, las nubes cubren la imponente Sierra Nevada de Santa Marta, con las cumbres más altas de Colombia (hasta 5.700 metros de altura) siendo el sistema montañoso litoral más alto del planeta y un lugar en el que aún perviven resguardos indígenas. Fluyendo por sus laderas entre pastos, bosques y cafetales, se ven descender los ríos hasta la Zona Bananera, donde el mosaico de distintas tonalidades de verdes permite distinguir claramente los cultivos del banano y de palma de aceite. Un poco más adelante, montañas de carbón que llegan por tren a golpe de 50 toneladas por vagón desde regiones vecinas se acmulan para salir por el puerto Drummond, con una actividad constante. Es una imagen que en cierto modo recuerda los tiempos más activos de la minería asturiana en el siglo pasado.
Al otro lado del avión, se aprecia la Ciénaga Grande de Santa Marta, un espacio natural único en el mundo, que actualmente se encuentra en serio peligro. Aunque eso no es nuevo; imaginen que se construye una carretera entre Huelva y Cádiz por la costa, cerrando la conexión entre Doñana y el mar. Pues eso exactamente ocurrió aquí hace ya 50 años (y ahora incluso hay quien habla de ampliarla). A esto se le añaden otras amenazas como los problemas de intrusión salina en aguas subterránea, las amenazas de escasez de agua que llega desde los ríos y de calidad, debido a los agroquímicos y al insuficiente saneamiento existente en la zona.
Con este panorama uno llega al aeropuerto Simón Bolívar en Santa Marta, donde tenemos un gran cocktail caribeño, con muchos ingredientes, pero en el que el ingrediente principal, el agua, está seriamente amenazado y que sin proporciones adecuadas, tendrá un sabor no muy agradable.
En un mundo globalizado como en el que vivimos, los actores y factores que influyen en la situación de esta región vienen de distintas partes del mundo. Por un lado tenemos a los actores locales y por otro lado, las cadenas de suministro globales que por ejemplo, llevan a los bananos, o al aceite de palma a ser vendidos en mercados europeos. Por último y no por ello menos importante, tendríamos al medio ambiente. El agua es lo básico para la conservación de los espacios naturales de la Sierra Nevada y de La Ciénaga y si no se respetanlos caudales ambientales, no sólo la biodiversidad local, sino el funcionamiento socio-económico de la región terminará desmoronándose como fichas de dominó.
Estos factores impulsaron la creación de la Plataforma de Cooperación y Custodia del Agua para las cuencas de los ríos Frío y Sevilla, integrada por sector privado (asociaciones de regantes, gremios bananero/palmero…), sector gubernamental y la sociedad civil (asociaciones sociales o de conservación medioambiental como WWF). Su objetivo: La protección y gestión sostenible de las cuencas de los ríos Frío y Sevilla, sus ecosistemas estratégicos de la Sierra Nevada de Santa Marta y la Ciénaga Grande de Santa Marta para asegurar cantidad y calidad de agua para uso y desarrollo socio-económico de la región.
- Fase 1: Primeras reuniones con actores, establecimiento de la plataforma y realización de análisis de riesgos hídricos, generando un mayor conocimiento entre los actores sobre las principales amenazas por factores físicos (escasez, calidad de agua, cambio climático o presiones a ecosistemas), normativos y reputacionales.
- Fase 2: Creación de un entorno cooperativo de trabajo, desarrollo del Sistema de Información de Cuencas (SIC) como repositorio de información y conocimiento para desarrollar estrategias de colaboración.
- Fase 3: Realización de talleres con actores, identificación de oportunidades y de acciones concretas mediante un "banco de proyectos" basados en el conocimiento generado para responder ante los riesgos.
- Fase 4: Desarrollo de acciones de comunicación, participación y educación ambiental, proyectos de recuperación y conservación de cuencas, acciones de manejo y optimización de riego a nivel de finca como BTU.
- Fase 5: Revisión y actualización del Sistema de Información de Cuencas (SIC), desarrollo de estrategias de fundraising y estrategia de sostenibilidad basada en Objetivos Hídricos Basados en el Contexto (OHBC o CBWT por sus siglas en inglés).
Actualmente la fase 5 sigue en curso, y algunas de las fincas bananeras, impulsadas por sus cadenas de suministro, comenzarán a implementar el estándar AWS de Custodia del agua, buscando un reconocimiento formal de las acciones que ya se llevan a cabo, extendiendo la reducción de riesgos más allá de los límites de las fincas y de la cuenca. Sus compradores aseguran un proveedor más fiable y resiliente y garantizan al consumidor que se conocen y reducen las consecuencias medioambientales, sociales y económicas que conlleva la producción. Por su parte el productor fortalece sus relaciones comerciales al mismo tiempo que conoce y reduce su vulnerabilidad ante amenazas hídricas y construye una mejor gobernanza con los demás actores locales, con los que afrontar retos colectivos. Lo que viene siendo una situación win-win.
Los procesos de custodia del agua son lentos y requieren coordinación, transparencia y entendimiento entre las distintas partes. Por ello es fundamental comprender el contexto y la conexión local-global, y facilitar los procesos para poner en conjunto acciones y articular a todas las partes, y conseguir que finalmente se pueda saborear un agradable cocktail con todos sus ingredientes, a la orilla del mar Caribe.
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