Montevideo está obligada a desaguar en el Río de la Plata. La consecuencia: problemas de contaminación en la costa y playa
La ciudad de Montevideo, capital de la República Oriental del Uruguay, está “naturalmente” obligada a desaguar en el Río de la Plata las aguas servidas generadas por su población e industrias. Pero dado el criterio “sanitarista” adoptado durante décadas en el desarrollo de su sistema de alcantarillado, la inevitable consecuencia fue la aparición de graves problemas de contaminación en la costa y playas.
Se afectó así uno de los más preciados patrimonios de la ciudad. La población, convencida que las playas eran insalubres y fuente de enfermedades, empezó a darles “la espalda” y disminuyó fuertemente su uso, como se indica en el gráfico adjunto.
En ordenadas se indica el porcentaje de familias de Montevideo en las cuales, por lo menos uno de sus integrantes, concurrió ese verano al menos una vez a alguna playa capitalina
A efectos de resolver dichos problemas de contaminación y salvaguardar la salud pública, la Intendencia de Montevideo (IdeM)[1] encaró a partir de 1981 un amplio programa de obras, conocido como el “Plan de Saneamiento Urbano de la Ciudad de Montevideo” (PSU). Su ejecución se ha venido realizando por etapas, siempre con financiamiento parcial del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), estando las tres primeras ‑PSU I, PSU II y PSU III‑ completamente finalizadas y una cuarta ‑PSU IV‑ en ejecución.
En el año 2011 se cumplieron 30 años de ejecución ininterrumpida del Plan de Saneamiento Urbano de la Ciudad de Montevideo, caso único a nivel Latinoamericano
Los objetivos iniciales del PSU se fueron ampliando con el tiempo, de modo de resolver no solo la contaminación costera, sino todos los problemas ambientales de los cuerpos de agua de la ciudad y las deficiencias y carencias de los sistemas de alcantarillado y drenaje pluvial.
Se ha logrado una espectacular recuperación de la “balneabilidad” en las playas ‑que pasaron a ser nuevamente uno de los grandes activos de la ciudad‑, pero también disminuir la contaminación de los principales cursos de agua urbanos, aumentar fuertemente la cobertura con redes de colectores sanitarios (elevando los índices de cobertura al 91% del total de viviendas de la ciudad), rehabilitar colectores antiguos, y mejorar la prestación y gestión del servicio de saneamiento. Con las obras del PSU IV se están profundizando estas mejoras, que alcanzarán a la Bahía de Montevideo, donde se ubica el principal Puerto del país.
Como se observa, el PSU significa un sostenido esfuerzo de largo plazo llevado adelante por la IdeM gracias al apoyo técnico-financiero del BID. En el año 2011 se cumplieron 30 años de ejecución ininterrumpida del Plan, lo cual seguramente lo convierte en un caso único a nivel Latinoamericano. Y lo continuará siendo, pues en el año 2006 el Banco otorgó una línea de crédito condicional (CCLIP) a largo plazo, que permitirá que en el futuro se continúen realizando nuevas obras (en sucesivos PSU V y PSU VI) e incrementando la eficiencia y calidad en la prestación del servicio.
Los importantes logros del Plan son su mejor presentación. Han sido posibles gracias a que se sustenta en una planificación constante de largo plazo, devenida en política de Estado, y pues ha acompañado las grandes inversiones en obras con cambios institucionales y de gestión que permiten dar sustentabilidad a los esfuerzos.
Artículo escrito por Jorge Alsina, Coordinador Técnico del Departamento de Desarrollo Ambiental de la Intendencia de Montevideo, publicado originalmente en la página web del BID y replicado aquí con su expresa autorización.