En el marco de las actividades de la COP20, en diciembre del año pasado el Ministerio del Ambiente (MINAM) hizo un reconocimiento al desempeño ambiental a personas de diferentes sectores, ganadores del concurso Premio Nacional Ambiental 2014. Como parte de ello, desde investigadores hasta educadores, artistas e instituciones privadas y públicas fueron reconocidos por dirigir o ser parte de experiencias exitosas de adaptación al cambio climático. Ahora te recordamos algunos casos reconocidos por los alcances de sus intervenciones.
Las tres experiencia resaltaron por tener, entre otras cosas, las siguientes características:
- Técnicas ancestrales frente al cambio climático: Las prácticas están basadas en un conocimiento detallado de las poblaciones locales, respecto a las pendientes, suelos y clima de la localidad.
- Prácticas conectadas con la naturaleza: buscan articular conocimientos y valores culturales de la población respecto a la gestión de los recursos naturales, y la expectativa por lograr que sus nuevas generaciones puedan también conocer y contar con los servicios que estos prestan.
- Experiencias con énfasis en la gestión participativa: colocaron mayor énfasis en la organización y autogestión comunitaria para enfrentar problemas de desarrollo que aquejan a la comunidad, entre ellos los agudizados por el cambio climático.
- Experiencias que generan transformaciones múltiples: Destacan la alianza estratégica conformada entre academia, comunidad campesina y organismo de sociedad civil, para analizar el problema y evaluar alternativas.
Estas son las historias:
1. El camarón sostenible: Experiencia de recuperación de camarones en el río Cañete.
Esta es la historia de cómo un grupo de productores de camarón del río Cañete logró recuperar una población de camarones debilitada, que corría el riesgo de desaparecer. El cambio comenzó cuando una experta les explicó que era posible incrementar la población en todo el río Cañete, si se organizaban y aplicaban ciertas técnicas asociadas al aprovechamiento sostenible de esta especie. Si es un amante de los camarones, conozca la historia que se esconde detrás de ese generoso plato que tanto le gusta.
2. Crear agua donde no la hay: Experiencia de buenas prácticas frente al cambio climático por parte de la Asociación Bartolomé Arypalla (ABA) en Ayacucho.
Las laderas secas de los cerros de la localidad de Tuco, en Quispillaccta, Ayacucho, se han transformado en vastos campos de cultivo. El milagro tiene nombre propio: Qucha ruway, la práctica ancestral con la que las hermanas Magdalena, Marcela y Lidia Machaca han criado 71 lagunas que abastecen de agua a toda Quispillaccta. Solo en Tuco hay 12 de ellas, permitiendo más pasto natural y vacas que producen hasta 8 litros de leche al día. Sus pobladores llaman a la zona “la pequeña Suiza”.
3. Papas resistentes a heladas: Experiencia de gestión del cambio climático por el señor Faustino Blas en Huánuco.
Faustino Blas ganó en la categoría de “Gestión del Cambio Climático: Buenas prácticas con arraigo en la cultura ancestral y el conocimiento tradicional, realizadas por las comunidades y pequeños productores de forma autónoma”. Este productor de papas del distrito de Poque en Huánuco, descubrió y ahora conserva ocho semillas de papas nativas resistentes a las heladas y las sequías.