Dicen los ingenieros que el conjunto de presas del mundo está envejeciendo notablemente; que en España la edad media está cercana a los 50 años; y que las presas existentes son, obviamente, más antiguas y, por lo tanto, más necesitadas de control. También dicen los expertos en los congresos internacionales de GRANDES PRESAS que es muy importante de cara a la modificación, adaptación y mejora de una presa conocer la historia de su construcción, porque la razón primera de las actuaciones de Mejora en las Presas es la seguridad.
La batalla del agua en Gran Canaria [Islas Canarias] dejó importantes páginas de su historia en sólidas y perdurables obras de ingeniería hidráulica, destacando por encima de todas las estructuras las grandes presas de embalse. Entre 1902 y 1984 se construyeron más de 75 grandes presas, así que muchos de estos muros tienen una más que notable singularidad de edad y continuidad. A diferencia de la España peninsular, en Gran Canaria la edad media de las 73 grandes presas de embalse en servicio supera los 62 años.
Dicen que el tiempo sólo puede comprenderse en el terreno de la historia, de ahí mi defensa de que las grandes presas en servicio en la isla de Gran Canaria son muros con historia: 3 grandes presas superan los 100 años de explotación, 15 presas los 80 años y 40 muros de presa los 60 años en servicio. Tenemos 40 grandes presas de mampostería que son antiguas y 15 de ellas muy antiguas. También dicen los ingenieros que las estadísticas basadas en la historia de las presas pone de manifiesto la posibilidad de que cada año se produzca el fallo de una o varias presas en el mundo, fallos que se acentúan con el envejecimiento de las mismas. Si cada cultura posee su manera de observar la naturaleza, de conocerla, entonces hay que reconocer que la Corporación Insular de Gran Canaria tiene su peculiar manera de ver la historia: no hay seguridad de presas en la isla ni reconocen los notorios valores históricos y culturales que tienen estas viejas estructuras [cada solicitud presentada de Bien de Interés Cultural de una gran presa ha sido anulada por los arqueólogos y políticos del Cabildo de Gran Canaria con los siguientes argumentos: no está comprobada la construcción de la cimentación, tiene filtraciones, porque tuvo problemas de estanqueidad, o bien, porque sus características modernas en su diseño, construcción y materiales la alejan de las ingenierías históricas o de carácter etnográfico].
En 1964 el Ingeniero de Vigilancia de Presas Manuel Alonso Franco calificó la Presa de San Lorenzo de muy antigua [presa fuera de servicio desde hace varias décadas tras su segundo incidente]. Por consiguiente, La Represa del Pinto, con 106 años de servicio, no sólo es un monumento de la historia de la construcción de presas en Gran Canaria; la presa más antigua del Archipiélago Canario; y una de las 100 grandes presas más antiguas de España, sino una estructura en servicio localizada aguas arriba del asentamiento de población de Bañaderos - ARUCAS. También la bella y muy antigua Presa de la Marquesa se localiza aguas arriba del núcleo de Bañaderos. Pero el Cabildo de Gran Canaria no se siente preocupado por el notable envejecimiento de estas singulares estructuras, ni siquiera ante el aumento de la frecuencia de fenómenos extremos (sequías y avenidas) que prevé el Panel internacional de expertos sobre Evolución del Cambio Climático. Por eso tampoco reconoce sus valores [antigüedad, historia, utilidad, artístico, cultural, paisajístico, etc.] Por eso la Corporación Insular tampoco traslada desde el 2011 el patrimonio documental de presas al Archivo General Insular para su mejor custodia, conservación, inventario, protección y difusión.
3 grandes presas superan los 100 años de explotación, 15 presas los 80 años y 40 muros de presa los 60 años en servicio
De las 15 grandes presas muy antiguas en explotación que hemos registrado según su historia [DATOS], porque el Cabildo de Gran Canaria tiene otro registro de grandes presas producto de su dificultad para conocer y entender la historia [y de paso, las normativas vigentes], nos encontramos con algunas que son portentosas esculturas de expresión artística de la vieja ingeniería: presas del Pinto [Represa y Nueva], Marquesa, Casablanca, Sabinal y Mondragones. Obras hidráulicas que afirman la fuerza, el tesón y la fe que tuvo la iniciativa privada en el primer tercio del siglo XX para poder construir fincas, cultivar y vivir. Una época donde Gran Canaria era un oasis en el desierto del Océano con buen soleamiento y tierra fértil, pero el agua escaseaba: de ahí las miles de obras hidráulicas construidas en el siglo XX que fueron la osamenta de un oasis que en las décadas verdes de 1950, 1960 y 1970 causó admiración a propios y extraños.
Por último, entre las grandes presas muy antiguas en servicio existen dos muros primitivos que fueron recrecidos: presas del Hormiguero y los Hornos, cuyo envejecimiento no debe contarse a partir de su posterior maquillaje, sino desde la entrada en servicio de sus viejas estructuras, porque sus historias también pertenecen al tiempo. Y varias presas inacabadas, como p.e., presas de los González y Cueva Grande, cuyas formas escalonadas y mampuestos protuberantes dicen mucho de los esfuerzos llevados a cabo por la iniciativa privada para captar y almacenar agua en este oasis que hoy quieren convertir en una ecoisla sin seguridad de presas, sin trasladar los documentos históricos a los Archivos y con informes de arqueólogos y antropólogos repletos de garambainas y pamplinas para dar sentido desfavorable al reconocimiento cultural de nuestras grandes presas de embalse. Ahí es nada.
Expresión personal.