El fenómeno de la Transgrancanaria ocupa hoy el centro de la investigación. Hace un año escribí que la contemplación del paisaje desde lo alto de un muro de presa aumenta el engrandecimiento de lo circundante, porque la emisión de visuales desde su camino de coronación es un fenómeno que todos los grancanarios heredamos desde niños. Nuestros padres nos llevaron a las presas y nosotros llevamos a nuestros hijos. En Gran Canaria muchas de nuestras grandes presas tienen una utilidad que va más allá de su función principal, convirtiéndose desde hace décadas en excelentes centros de interpretación visual de nuestro paisaje cultural y natural. Para la Corporación Insular las obras hidráulicas no tienen valor cultural: hasta la fecha no hay ninguna obra hidráulica de almacenamiento, captación o trasvase de los últimos 5 siglos que haya sido declarada Bien de Interés Cultural; pero seguro que los 3.700 runners de 70 nacionalidades que recorrerán el bello camino de coronación de la Presa de la Angostura comprenderán el enorme valor cultural que tiene esta estructura durante su efímero paso por la misma. Es incuestionable el vinculo que tiene esta prueba deportiva con las grandes presas de embalse construidas en el siglo pasado, así que hoy toca hablar un poco más de la forma propia de la vieja presa de Ayagaures.
La idea de construir dos presas escalonadas en el Barranco de Ayagaures fue de un particular: en su Proyecto de 1930 se planteaba la construcción de dos muros de gravedad con planta curva, fábrica de mampostería con mortero de cal y con 32 metros de altura sobre cauce. El presista y planificador Simón Benítez Padilla incluyó las dos presas en el Plan de Obras Hidráulicas de 1938, pero en septiembre de ese año el Cabildo Insular de Gran Canaria adquirió la concesión de ambas presas. Se encargó inmediatamente un proyecto de replanteo previo de la Presa de la Angostura (1939) con el objetivo de recrecer su altura sobre cauce hasta los 40 metros, lo que aumentaba su capacidad de embalse de 499.550 m³ a 1.668.540 m³. Las obras se iniciaron en Ayagaures en 1939 en la cerrada de La Angostura, pero en 1944 se descubrió el "cauce fósil" que hay debajo de su estribo derecho, de ahí la pronunciada curva que presenta su planta y la construcción de una finca delante del estribo. La obra se terminó de construir en 1952. Todo apunta a que la cimentación de la presa construida tiene una profundidad de 4 metros, por lo que su altura con cimientos es de 44 metros en la cerrada de la Angostura y en el "cauce fósil": toda presa oculta un misterio.
Este bello muro de presa, propiedad del Cabildo Insular de Gran Canaria, está situado en el magno municipio de San Bartolomé de Tirajana, en el sur de la Gran Canaria. Esta gran presa de más de 70 años, de gravedad y con planta curva muy pronunciada, tiene una altura de 40 metros sobre el cauce [unos 44 m con cimientos]. Su fábrica es de mampostería y sus paramentos de sillares, lo que la convierte en un ornamento del propio paisaje circundante. Dispone de numerosas tomas de agua. En el estribo derecho de la presa está situado su aliviadero moderno: el primitivo permitía un embalse hasta la coronación del pretil. Ayagaures ha sufrido vertidos por toda su coronación. En su cuerpo se aprecian humedades y su paramento de aguas abajo presenta manchas en el tiempo de filtraciones muy importantes. En 1971 el Servicio Geológico de Obras Públicas indicó que Ayagaures es una bonita presa de arco gravedad muy bien estribada en el estrecho cañón. La pequeña densidad de su mampostería no parece pues, un serio inconveniente.
Es incuestionable que 3.700 runners de 70 nacionalidades contemplarán durante un instante el valor cultural que tiene la Presa de Ayagaures. Cerrar el barranco hace más de 70 años le confiere a esta obra notorios valores históricos. A pesar de su tiempo, incidencias y localización, aguas arriba del Oasis de Maspalomas, sigue sin estar clasificada en función de su riesgo potencial. Cosas extraordinarias de la Gran Canaria.
Fotos cedidas por la familia Benítez Padilla, del SGOP o del SVP.
Expresión personal.
