La lavadora es uno de los electrodomésticos que más usamos en casa, si expceptuamos el frigorifico, el congelador, la televisión, la vitrocerámica y el microondas, el resto de los que tenemos en casa son menos utilizados. Además, su consumo eléctrico y de agua es de los más altos, por tanto, debemos ser responsables a la hora de su utilización.
El primer consejo para asegurarnos un ahorro de energía es utilizar la lavadora a plena carga, pues este electrodoméstico consume prácticamente la misma cantidad de agua y electricidad si trabaja lleno o semivacío, por lo que es muy aconsejable utilizarla a plena capacidad. Si somos pocos en casa, podemos optar por una lavadora de uso individual, que son pequeñas lavadoras en forma de cubo pensadas para pisos de estudiantes o apartamentos de playa que ocupan poco espacio y consumen cien voltios o menos.
Otro dato importante a la hora de escoger lavadora es atender a la etiqueta energética. En el caso de las lavadoras, un modelo de clase A o superior puede suponernos un ahorro energético de hasta un 40% y un ahorro de agua en torno al 70% con respecto a modelos de categoría inferior. Ahorro de energía y agua que se traduce con el tiempo en ahorro económico, conviene no olvidarlo.
Los modelos más avanzados de lavadora incorporan programas de lavado económicos o de media carga que evitan el derroche cuando la lavadora no está llena. Eso sí, un lavado a carga completa siempre es más eficiente que varios lavados a media carga. Por otra parte, el mecanismo a través del cuál las lavadoras limpian la ropa es mediante la frotación de la ropa mientras gira, a menos ropa, menos frotación. Un poco de sentido común es el mejor consejo.
Uno de los principales factores a tener en cuenta con nuestra lavadora es conocer que prácticamente el 90% de la energía eléctrica que se gasta en la colada se consume para calentar el agua mientras que el 10% restante sirve para activar el motor que mueve el tambor. Conociendo eso se calcula que un programa de lavado a 40ºC puede suponer un ahorro energético muy importante, hasta cuatro veces. Si a esto le sumamos que las enzimas de los detergentes funcionan de manera ópima a una temperatura no superior a 30ºC podemos concluir que el método más eficaz y ecológico de lavado (usando este electrodoméstico) es lavar con agua tibia (30ºC) y enjuagar con agua fría.
Cada vez están llegando modelos más avanzados teconológicamente, ya encontramos modelos con la etiqueta energética A+++ que incorporan programas de lavado ecológicos y de ahorro, pero en cualquier caso, el uso que le demos a la lavadora va a resultar definitivo.
Ya sabemos, de nosotros depende.