La semana pasada, en iagua hubo una noticia sobre una actuación en la red de abastecimiento del municipio de Higueruelas en Valencia que, me dio la impresión, paso sin pena ni gloria.
Me llamo poderosamente la atención que gracias a ciertos trabajos en la red, se lograse un ahorro en el suministro de agua potable de 150 m3/d, lo que representaba, según la propia noticia, un descenso del 50 % con respecto a la situación precedente.
Reflexiones sobre estos números. Higueruelas tiene un censo de 504 habitantes que, antes de la actuación, consumían del orden de 300 m3/d. Es decir, la dotación por habitante y día era de 595 l/hab/d.
Si, han leído bien, cerca de 600 l/hab/d.
No sé durante cuánto tiempo llevan con esta situación, lo que si estimo es que el despilfarro anual estaría en torno a los 14.000 euros, que para una población de este tamaño es considerable.
Extrapolemos esta situación a los más de cuatro mil municipios españoles comprendidos entre 0-1.000 habitantes equivalentes. El despilfarro económico anual sería del orden de 54.000.000 € si todos los pueblos estuvieran en la misma situación. Aun siendo optimistas y suponiendo que solo el 50 % de estos municipios están en la misma situación, las pérdidas siguen siendo significativas: 27.000.000 € al año. Creo que nos debemos de tomar más en serio este tema.
