Me han pasado un guión de cine sobre una película de ciencia ficción, que no me resisto a comentar con vosotros.
Primer acto
Nuestro protagonista (Prometeo) trabaja en una Ingeniería y le encargan el proyecto de una estación depuradora de aguas residuales (EDAR). Tras numerosas entrevistas con la propiedad y realizados los trabajos pertinentes, presenta el proyecto terminado. La propiedad dice que el presupuesto de 100 M€ es mucho y que solo tiene 90 M€. Solicita que, sin modificar el proyecto, se baje un 10 % todos los precios del proyecto. Ante la negativa de ingeniero a acatar estas indicaciones, los dueños de la ingeniería en la que trabaja acceden a los solicitado y despiden a Prometeo.
Acto segundo
Cuando la obra sale a concurso público, Prometeo trabaja en una empresa ofertante que se presenta al concurso de licitación de la EDAR (que se adjudicará al precio más bajo) y le encargan el estudio de la obra. Cuando se está decidiendo la oferta económica, nuestro hombre expone que la obra cuesta 90 M€ si se ejecuta en plazo. La constructora estima que, para que la propiedad le adjudique la obra, tiene que hacer una oferta por 65 M€. Prometeo dice que es imposible ejecutar la obra por esa cifra y mucho menos obtener beneficio. Ante su incompetencia, la empresa ofertante, despide sin contemplaciones a Prometeo.
Tercer acto
La empresa adjudicataria, para realizar la EDAR y conociendo la trayectoria de Prometeo y su experiencia, le contrata para ejecutar la obra. Le exigen que realice la misma con un coste menor de 50 M€ ya que deben de obtener un beneficio de 10 M€. Tras un estudio en profundidad, Prometeo presenta un informe en el que, a modo de resumen, se concluye: “Es posible construir una EDAR para los caudales y cargas contaminantes solicitado por dicho importe (50 M€) a cambio de que los costes de operación y mantenimiento (O&M) de los próximos años se incrementen en cerca de 150 M€. Los jefes, locos de contento, le felicitan por encontrar una salida al callejón donde se habían metido con su oferta.
Durante la ejecución de las obras, ante las constantes protestas de la propiedad sobre la calidad de los materiales y equipos instalados, nuestro héroe es sacrificado (despedido) por la adjudicataria y presentado como "cabeza de turco".
Acto cuarto
Terminada la EDAR, la propiedad saca a concurso público la O&M (que se adjudicará al precio más bajo). Prometeo, que trabaja en una empresa de servicios es responsable de evaluar los costes de la O&M, presenta sus conclusiones a los responsables de la oferta: “Con el diseño original, los costes anuales de O&M de la EDAR estarían en torno a los 15 M€, con la obra ejecutada realmente, los costes anuales serían de 22 M€”. Tildado de loco, nuestro héroe es ingresado en una institución de salud mental para ver si recupera el juicio. La empresa presenta una oferta por 10 M€ y resulta adjudicataria.
Epílogo
Nuestro protagonista, a la salida de la institución mental donde ha estado recluido, y tras su rehabilitación, ingresa en una ingeniería que resulta adjudicataria del proyecto de remodelación de la EDAR, La propiedad ha justificado, la necesidad de acometer el proyecto de acondicionamiento, disfrazándolo como una mera ampliación de las actuales instalaciones.
La película termina con un primer plano de un río con peces muertos y, en sobreimpresión, las siguientes palabras: “Cualquier parecido entre los hechos narrados en esta película y la vida real es pura coincidencia”
Dejo al lector que evalúe, de este originalísimo guión, donde está la ciencia y donde la ficción.
PD: El miércoles 10 de Mayo (a las 19:30 h) volveré a realizar una videoconferencia sobre el proceso de fangos activos a la que estáis tod@s invitad@s
