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Que no pasa nada. ¿Por qué hay miedo?

Sobre el blog

Jorge Chamorro
Ingeniero especialista en tratamiento y depuración de aguas y en desalación.
  • Que no pasa nada. ¿ qué hay miedo?

Me ha llamado mucho la atención lo que ha ocurrido con el suministro de agua a los municipios de Cieza, Alguazas, Abarán, Las Torres de Cotillas, Abanilla, Blanca y Molina de Segura, en los últimos días.

El nivel de trihalometanos en el agua tratada ha superado los valores admisibles. La reglamentación actual limita la aparición de estos compuesto a 100 microgramos por litro (100 ppb).

Todo apunta a que la causa de esta circunstancia se ha dado por problemas con la calidad del agua bruta. Presentaba, a consecuencia de las inundaciones registradas en los últimos días, una mayor turbidez acompañada de gran cantidad de materia orgánica.

Me gustaría resaltar, por la parte positiva, lo siguiente:

  1. La inmediata comunicación a los usuarios de la situación.
  2. La madurez de la opinión pública que, ante esta situación que afecta a 160.000 personas, ha reaccionado con tranquilidad y sin alarmismos.

Por el contrario, en la parte negativa, convendría resaltar:

  1. La información trasmitida a los medios de comunicación no ha sido todo lo amplia que la situación aconsejaba. Destacando que, aunque la formación de trihalometanos por encima de un valor determinado es peligrosa para la salud, ésta solo se verá afectada en el caso de un consumo continuado durante meses o años.
  2. La escasa repercusión que ha tenido el hecho en los portales más importantes de agua en la web.
  3. La ausencia de un comunicado del gestor de las infraestructuras que establezca que se va a realizar un análisis de la situación surgida para detectar sus causas y realizar un análisis de riesgos para minimizar los problemas de suministro en situaciones futuras. Análisis, que por supuesto, será público y que incluirá los costes de las inversiones necesarias.

No debemos de seguir tratando a los ciudadanos (y a la opinión pública) como si fueran niños. Quieren (queremos) disponer de toda la información, con transparencia y celeridad. Todo ello, nos permitirá conocer las situaciones normales y de emergencia, evaluarlas y tomar nuestras propias decisiones sobre el consumo y usos que haremos del agua suministrada.

Además aumentará nuestra credibilidad sobre la gobernanza del gestor de la infraestructura.