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Remunicipalización de los servicios de agua: Gobernanza privada

Sobre el blog

Jorge Chamorro
Ingeniero especialista en tratamiento y depuración de aguas y en desalación.

Antes de hablar de la gobernanza pública de los servicios del Ciclo Integral del Agua (CIA) me gustaría hablar de la gobernanza privada.

La mayoría de las empresas que se han especializado en este campo iniciaron sus actividades con un marcado espíritu de servicio a la comunidad. En su nacimiento, su carácter local, implicaba que el servicio formaba parte de su ADN. A medida que iban creciendo en tamaño y conocimiento muchas de ellas sufrieron una transformación y olvidaron cuál era su Misión.

Es cierto que la empresa privada busca el beneficio, pero cuando el mismo es a costa de traicionar los principios del servicio: transparencia, confianza y gestión profesional los resultados son evidentes. Los daños a la imagen y a la percepción negativa del público son difíciles de cambiar.

Es curiosa la resistencia que los servicios de CIA, con gobernanza privada o pública, tienen para someterse a auditoría técnico-económicas por organismos independientes que evalúe la calidad del servicio a través de índices de calidad estandar.

Siguen considerando a los usuarios como menores de edad e incompetentes para entender que un buen servicio requiere disponer de recursos económicos adecuados. La desmesura en el beneficio que ciertas empresas privadas quieren obtener de los servicios del CIA, hacen opacas las estructuras de costes. No se puede enseñar el beneficio que la gobernanza privada aporta a los usuarios por la necesidad de ocultar lo ilícito del beneficio propio.

Tras el sacrificio de la transparencia, se rompe lo más importante: la confianza. No me refiero a la connivencia con los poderes públicos, me refiero a la percepción que transmiten al usuario y al público en general. Se percibe que la empresa nos ve como clientes cautivos más que como usuarios al que hay que dar un buen servicio.

Por último, la gestión profesional desaparece y da paso a una gestión financiera, donde lo único importante es obtener cuanto más beneficios mejor, aunque sea a costa de la calidad del servicio. Acaban mandando los responsables financieros: Mientras, los profesionales técnicos se ven ninguneados y, en la mayoría de los casos, acaban claudicando en sus creencias de buen servicio o abandonando la compañía.

Es cierto que la situación financiera de numerosos municipios les impide gestionar adecuadamente el servicio del CIA (requiere numerosas inversiones) y son incapaces de explicar a sus conciudadanos (por idéntica creencia que la empresa pública: el ciudadano es menor de edad y falto de entendederas) la necesidad de actualizar las tarifas para disponer de un servicio de calidad.

La empresa privada espera que, como fruta madura, acabará cayendo la gestión del servicio. Desconoce que la percepción de la opinión pública sobre la gobernanza privada es muy mala y existe una fuerte resistencia a dejar un servicio tan importante en sus manos.

Por lo tanto, sugiero a las empresas privadas que quieran realizar la gestión de los servicios del CIA que cambien de principios, que vuelvan a sus orígenes (SEAN ORIGINALES), y ponga en valor la transparencia, recuperen la confianza perdidas de los usuarios e insistan en su capacidad técnica y económica para dar un buen servicio.

La mejor manera de iniciar este camino es el someterse periódicamente a auditorías externa realizadas por entidades independientes. Los aspectos técnicos tales como coeficiente de pérdidas de la red de saneamiento, consumos energéticos, etc., importantes para el servicio, serán analizados detenidamente. Pero serán los aspectos económicos los que darán credibilidad a la gobernanza privada y permitirá discernir si el beneficio económico que obtienen es compatible con el beneficio que aportan a la comunidad.

Otro tema: A ver si somos capaces de hacer que, en las próximas elecciones, todos los partidos lleven en su programa el compromiso de crear un organismo estatal que venga a poner orden en el tema del agua y que unifique los criterios para la gestión de los servicios de CIA, con capacidad sancionadora e independiente del poder político. Es lamentable algunas de las actuaciones de las autoridades hidráulicas en España que, dependiendo del partido gobernante en los municipios, actúa con rigor o laxitud.

PD: el libro de remunicipalización se puede descargar aquí: www.municipalservicesproject.org/es/publication/remunicipalizacion-el-retorno-del-agua-manos-publicas