De todos es conocido la capacidad que tiene la naturaleza para asumir las agresiones sufridas por el crecimiento demográfico. En concreto las fuentes de agua potable (ríos, embalses, aguas subterráneas, etc.) reciben diariamente millones de metros cúbicos de aguas residuales.
A diario, los responsables políticos nos regalan noticias donde anuncian, a bombo y platillo, que la depuración de la ciudad o de la comarca está garantizada por la contrucción de una o varias depuradoras. Se asocia depuración a construcción.
Si una depuradora no extrae biosólidos, no depura
Anualmente, nos vuelven a regalar los oídos, con los caudales depuradorados en las instalaciones. Sin embargo pocas veces nos dan información sobre los biosólidos generados.
Si una depuradora no extrae biosólidos no depura.
Para que nos hagamos una idea, un habitante-equivalente (persona física) produce 60 gr DBO5/d. Si se depura correctamente el agua residual producida se generan entre 230 y 250 gr/d de biosólidos al 20% de sequedad (46-50 grSS/d).
Asi que una planta depuradora de aguas residuales de 10.000 e-h genera alrededor de 900 tn de biosólidos al año.
Cuando estalló la burbuja inmobiliaria muchos analistas se apuntaron al: ya lo decia yo.
Pues bien, a pesar de la resilencia de las corrientes del agua, esta tienen un límite y estamos al borde de una burbuja hidráulica.
La calidad de los ríos embalses de agua en España se está deteriorando progresivamente. Los procesos de las plantas de tratamiento de agua potable cada vez son mas sofisticados: ozonización, carbón activo, membranas, etc. Estos procesos son necesarios para eliminar las cargas contaminantes crecientes de las fuentes de agua.
Estamos al borde de una burbuja hidráulica
La capacidad económica de los pequeños municipios les impide afrontar, por si mismos, los costes que supone depurar sus aguas residuales. Para una población de 1.000 e-h el coste de depuración convencional se sitúa entre 0,5-1,0 €/m3 mientras que ha una población de 100.000 e-h el coste está entre 0,15-0,2 €/m3.
O nos ponemos realmente a depurar nuestras aguas residuales, es decir, a producir biosólidos, o entregaremos a las generaciones futuras unos recursos hidráulicos con una calidad tan mala que les obligaremos a movilizar unos recursos económicos entre cuatro y cinco veces los que tendríamos que aportar nosotros.
Desarrollo sostenible es atender nuestros compromisos con el medio ambiente y no traspasárselos a nuestros descendientes.
Estamos avisados.
