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La reutilización del agua y el modelo sostenible de gestión

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  • Diversos factores ambientales, geográficos y humanos han convertido al agua en un factor limitante para el desarrollo económico de un país. Por ello, la reutilización de las aguas debe ser considerada clave en la planificación de los recursos hídricos para un uso eficiente de los mismos, y desarrollar así, un modelo sostenible de gestión.

El agua ha sido considerada hasta hace no mucho como un recurso ilimitado. Nada más lejos de la realidad, factores como su irregular distribución geográfica, el aumento de la temperatura global, la creciente demanda de agua o el progresivo deterioro de las aguas superficiales y subterráneas, lo han convertido en un factor limitante para el desarrollo económico. Según el Banco Mundial, para el año 2050 más de 1 billón de personas vivirán en ciudades sin suficiente cantidad de agua; Y con este panorama, no es de extrañar que la reutilización del agua se haya convertido, en la actualidad, en un tema crucial dentro del sector.

Hoy en día son cada vez más los países que consideran la reutilización del agua como un elemento fundamental de sus políticas hídricas

Si bien la práctica de la reutilización viene desarrollándose desde hace más de 2000 años, no fue hasta el informe Bruntland en 1987 con el surgimiento del concepto de desarrollo sostenible, que se tuvo en consideración al agua como un recurso susceptible de agotarse. Según este concepto, se trataría de extraer y devolver el agua a su ciclo natural con el menor impacto posible, compatibilizando la práctica con la conservación de sus ecosistemas de origen.

La reutilización del agua fuera de España

En 1995, la OMS clasificó a 31 países donde existía escasez de agua y estrés hídrico, entendiendo como tal la relación entre la cantidad de recursos de agua disponible y la cantidad de la misma extraída. En 2015, el World Resources Institute puntuó y clasificó el estrés hídrico futuro en 167 países utilizando modelos climáticos y escenarios socioeconómicos con proyecciones para 2020, 2030 y 2040. Dicho estudio, estableció que 33 países, entre los que se incluye España, tendrán un estrés hídrico severo en 2040. Además, los países con mayor estrés hídrico se concentrarían en el medio oriente y en la zona mediterránea.

Tanto por las cifras predecesoras como por las predicciones futuras, hoy en día son cada vez más los países que consideran la reutilización del agua como un elemento fundamental de sus políticas hídricas. Cabe citar los siguientes ejemplos:

  • Estados Unidos: Posee el mayor número de sistemas de regeneración y reutilización a gran escala (Water Reuse Association).
  • Israel: Líder mundial en el uso de aguas regeneradas, reciclando cerca del 75 % del total de recursos de aguas residuales (Banco Mundial).
  • Australia: En la pasada década llegó a ser uno de lo países más activos en promover la reutilización de aguas depuradas, llegando a cifras del 82% de agua reutilizada (Australian Bureau of Statistics).
  • Singapur: En la última década ha conseguido satisfacer el 30% de las necesidades de agua del país gracias a la reutilización del agua residual, y hasta el 25 por ciento de sus necesidades con agua desalinizada (Xylem Water Solutions España).
  • Jordania: El Gobierno jordano considera la regeneración y reutilización del agua residual una prioridad, estableciéndose por ley que cualquier proyecto para la implantación de una EDAR debe ir acompañado de un estudio de factibilidad técnico-económica de reutilización de aguas regeneradas (Barhi, 2001).

Los desequilibrios hídricos y la falta de agua en determinados periodos del año no son nada nuevo en algunos países, como por ejemplo España u otros del área Mediterránea, acostumbrados ya a esta situación. Sin embargo, a nivel mundial, los efectos del cambio climático junto con el incremento en la demanda de agua como consecuencia del crecimiento de la población, están acentuando la situación.

La reutilización del agua en España

Nuestro país se caracteriza por tener un acusado gradiente entre las áreas con abundantes recursos hídricos del norte y noroeste y las áreas secas del sur y del este, una alta variabilidad de la disponibilidad de agua y un balance hídrico deficitario. Esto, junto a las condiciones meteorológicas del clima mediterráneo, con precipitaciones irregulares y ciclos de sequías y lluvias torrenciales, que impiden aprovechar el agua que retorna al mar como escorrentía, determinan una situación cuanto menos preocupante.

La regulación básica de la reutilización de aguas en España empezó a ser reclamada desde la Ley de Aguas, 29/1985, donde se empezaban a establecer los requisitos básicos para la misma en función de los procesos de depuración, calidad y usos previstos. No obstante, la entrada en vigor del RD 1620/2007, por el que se establece el régimen jurídico de la reutilización de las aguas depuradas, marcó un hito normativo de la reutilización de aguas en España convirtiéndose, además, en una norma pionera a nivel mundial.

La reutilización de las aguas desempeña un importante papel a la hora de hacer una planificación y gestión óptimas del uso eficiente de los recursos hídricos

La norma, no solo define el concepto de reutilización, sino que establece tanto los usos permitidos (agrícolas, recreativos, industriales y ambientales) como los prohibidos (destacando consumo humano, industria alimentaria, sanitarios, recreativo como agua de baño o torres de refrigeración y condensadores evaporativos). Además, normaliza los procedimientos administrativos para la obtención del derecho al uso y establece los parámetros de calidad y valores máximos permitidos para cada uso.

Gracias a ella, las políticas de ahorro de los recursos hídricos en España han adquirido cada vez más importancia. Así, en 2010, el reto de gestionar el agua para proteger y conservar los ecosistemas acuáticos promoviendo un uso sostenible de ésta, además de incrementar la garantía de suministro para los usos ya consolidados y mejorar el aprovechamiento de las aguas mediante la sustitución de aguas prepotables por aguas regeneradas, inspira la creación del Plan Nacional de Reutilización de Aguas.

A pesar de que el problema principal de la reutilización del agua en España radica en las dudas que surgen en torno a si puede considerarse una fuente segura desde el punto de vista ambiental y sanitario, se emplea con éxito en todos los campos que el real decreto permite. Destacando los siguientes ejemplos:

  • Usos agrícolas: Uno de los casos más eficientes, y que es ya un referente nacional e internacional, es la región de Murcia, con 95 depuradoras que trataron el 94% del caudal en 2015 (CARM).
  • Usos urbanos: El ejemplo es el municipio de Madrid con una red de distribución de agua regenerada de 180 km, 22 depósitos y 16 dársenas de baldeo (Ayuntamiento de Madrid).
  • Usos industriales: En la Comunidad de Madrid, la EDAR de la Cuenca Media-Alta del Arrroyo Culebro fue la primera instalación en regenerar agua para una industria papelera (Comunidad de Madrid).
  • Usos recreativos: En la Costa Brava, el primer suministro de agua regenerada se llevó a cabo en 1989 para el riego del campo de Golf Mas Nou, actualmente llamado Golf d’Aro (Federación Española de Golf).
  • Usos ambientales: Cataluña emplea el 63% de sus aguas regeneradas en este uso, destacando la recarga de sus acuíferos mediante la inyección de agua regenerada. (Agencia Catalana del Agua)

La paradoja de España es que, siendo el país europeo con mayor déficit hídrico y donde la reutilización del agua ocupa un papel importante en la gestión integrada de los recursos hídricos, reutilizando el 12% del agua que pasa por las depuradoras (INE), en la actualidad, es el primer país europeo en capacidad de reutilización, albergando un potencial 10 veces mayor al actual (MAGRAMA).

La utilización de las aguas una sola vez, antes de devolverlas a su ciclo natural, es un auténtico lujo

El modelo sostenible de gestión

Sin ignorar que la reutilización de las aguas requiere procesos de tratamiento e infraestructuras de regeneración, almacenaje y distribución que encarecen los costes de su obtención, la convicción de no desperdiciar un recurso vital para la vida, crea un entorno realista que permite considerar la reutilización de las aguas como solución óptima para solventar los actuales y futuros problemas de la escasez de agua.

La reutilización de las aguas desempeña un importante papel a la hora de hacer una planificación y gestión óptimas del uso eficiente de los recursos hídricos, siendo una fuente de agua independiente de la climatología y permitiendo a las comunidades autónomas depender menos de las fuentes subterráneas y superficiales del sistema hídrico nacional. Así, en España, la Directiva Marco del Agua establece las metas y objetivos a alcanzar para continuar acercándonos a un verdadero modelo sostenible de gestión del agua.

Satisfacer las necesidades hídricas actuales sin comprometer a las de generaciones futuras, poniendo una huella ecológica nula y una mínima contaminación en el uso del agua como los dos pilares básicos de actuación, es el gran reto que nos concierne. Siempre, por supuesto, con la idea de que la utilización de las aguas una sola vez, antes de devolverlas a su ciclo natural, es un auténtico lujo.