El debate por una Ley de Presupuestos Mínimos para la protección de los humedales argentinos tiene fecha fijada. Será mañana: 16 de noviembre. Apenas catorce días antes de que el proyecto -que fue largamente discutido y consensuado en comisión- pierda estado parlamentario.
Fue la presión de organizaciones ambientalistas y de los impulsores de esta ley la que consiguió que el tema se incluyera finalmente en la agenda de los legisladores antes de fin de mes, a fuerza de denunciar distintas "maniobras administrativas" del oficialismo -el mismo que prometió en campaña el tratamiento y aprobación del proyecto- para demorar la discusión y que la iniciativa por la protección de los humedales se diluyese en la espera.
En ese contexto y a contrarreloj se fijó hace un mes la fecha del debate de mañana. Y lo que entonces pareció ser una pequeña victoria -el tratamiento al fin se concretaría- hoy sigue siendo una situación cargada de incertidumbre y polémica.
Y es que, según denuncian quienes vienen trabajando por la conservación de estos ambientes, se introdujeron modificaciones al proyecto original que desvirtuan el espíritu de la propuesta emergida tras tres años de discusiones en comisión y decenas de audiencias públicas. Organizaciones ambientalistas, asambleas sociales y profesionales de distintas universidades argentinas se manifestaron en contra del nuevo borrador presentado por el senador del PRO por Entre Ríos, Alfredo De Angeli, por considerar que es una ley redactada a medida del agronegocio y la explotación inmobiliaria.
"Este miécoles se dirime entre un proyecto de Ley de Protección de Humedales producto del acuerdo en comisiones entre los diferentes bloques, y otro incorporado por la ventana por la coalición gobernante, redactado a la medida del empresariado sojero y de los grandes intereses inmobiliarios", expresó la geógrafa e investigadora del CONICET Patricia Pintos, autora del libro "La privatopía sacrílega" que muestra los impactos ambientales en la cuenca del río Luján, a partir de la construcción masiva de megaurbanizaciones y barrios náuticos sobre humedales.
Las inundaciones, cada vez más frecuentes e importantes aguas arriba de estos emprendimientos, han puesto en evidencia el costo de haber modificado el ecosistema y la dinámica hídrica, a través del endicamiento que producen los terraplenes y alteos de estas urbanizaciones. Paralelamente, esas consecuencias han despertado la conciencia social y ambiental de la ciudadanía que, a fuerza de inundarse, se movilizó; y, a fuerza de movilización y demanda, logró empujar una iniciativa necesaria para establecer los presupuestos mínimos de protección e incentivar la creación de un inventario de los humedales argentinos.
Esas organizaciones sociales, ambientalistas y defensores de un modelo en el que se privilegie suconservación y uso sustentable se darán cita hoy frente al Congreso de la Nación, en la víspera de ese anhelado debate, y en apoyo a la ley que busca "prevenir inundaciones y sequías" frente a la iniciativa recientemente impulsada por De Angeli, ex dirigente rural y actual presidente de la comisión de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Cámara de Senadores.
Ese proyecto -denuncian- permite impactos significativos en esos ambientes a cambio de compensar la restauración en otro humedal, elimina la mención específica a la prevalencia de los principios precautorio y preventivo en materia ambiental, promueve actividades productivas de manera recurrente en varios de sus artículos que no condicen con una ley de presupuestos mínimos de protección ambiental, y elimina la expresa obligación de verificar los cambios sobre humedales y su avance y retroceso, y otros factores relevantes para la protección y conservación.