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Mitos y timos del agua: Homeopatía

Sobre el blog

Luis Martín Martínez
Luis Martín Martínez es el Director de Hidrología Sostenible, que tiene como actividades la comunicación y creación de contenidos especializada en el mundo del agua, y la realización de proyectos para un uso sostenible del agua en el entorno urbano.
  • Mitos y timos agua: Homeopatía

Según admiten sus valedores, en los “medicamentos” homeopáticos no existe ni una sola molécula del principio activo original, curan gracias a la memoria del agua.

¿Pero qué es eso de la memoria del agua? Vamos por partes, primero vamos a ver en que consiste un medicamento homeopático. 

La base

La homeopatía fue desarrollada por Samuel Hahnemann, un médico Alemán en 1796. Se basa en una creencia, que lo similar cura lo similar. Es decir, que lo mismo que nos provoca unos síntomas, es capaz de curarlo.

Por ejemplo, si tenemos una hinchazón como la que nos provocaría una picadura de abeja, podemos bajar una inflamación con veneno de abeja (aunque no esté provocada por una picadura). O si tenemos problemas de insomnio, podemos usar cafeína como somnífero.

La ultradilución es la solución

Para preparar un “medicamento” homeopático lo que se hace es diluir el principio activo y agitarlo. De esta forma, se cogería 1 parte del veneno de abeja, se disolvería en 99 partes de agua y, esta es la parte importante, se agita enérgicamente. Es lo que se denomina “sucusión”.

Una vez hecho esto ya tenemos lo que se llama una disolución 1CH (concentración de Hahnemann). El proceso se repite, cogiendo de nuevo una parte de la dilución, disolviéndola de nuevo en 99 partes y agitándola. Si hacemos esto 6 veces tendríamos un dilución 6CH, muy común en los medicamentos homeopáticos modernos, pero considerada de baja dilución. Los de dilución media pueden llegar a 30CH y los de alta dilución hasta los 200CH.

Por último se cogen unas pastillas de sacarosa y lactosa y se empapan con esa disolución.

Hagamos algunos números

En una disolución 6CH, para encontrar un miligramo del principio activo necesitaríamos 1.000 toneladas de disolución.

En una disolución 30CH, para encontrar una sola molécula, necesitaríamos tanta disolución que formaría una esfera de radio igual a la órbita de la tierra alrededor del sol.

Y en el caso de la disolución 200CH, como es el caso del conocido “Oscillococcinum”, en el que se disuelve hígado y corazón de pato para combatir los síntomas de la gripe, en todo el universo conocido hay 10^80 (10 elevado a 80) moléculas  por lo que para encontrar una sola molécula necesitaríamos 10^320 universos como el nuestro.

 

¿Por qué funciona?

Los valedores de la homeopatía al menos reconocen (en algunos casos) que efectivamente no quedan moléculas del principio activo. Lo que argumentan es que el agua tiene memoria, recuerda las sustancias con las que ha estado en contacto, reestructurando las moléculas, y la dilución continuada no hace más que multiplicar ese efecto positivo.

La explicación de cómo el agua es capaz de tener memoria o almacenar la información de haber estado en contacto con la sustancia elegida se basa en la agitación, sin la cual al parecer nada de esto tendría efecto. Esta agitación, generan unas microburbujas cuánticas alrededor de las moléculas de agua, que almacenan la información.


Captura del vídeo “¿Qué es la homeopatía?”. Congreso nacional de homeopatía. Youtube.com.

La existencia de estas estructuras en el agua no se ha demostrado ni es posible detectarlas. Es imposible diferenciar un agua “estructurada” de una “desestructurada”, me pregunto cómo sabrán que el proceso ha tenido éxito, que la estructura es la adecuada y aguanta con el paso del tiempo.

Si te estabas preguntando como se le “borra la memoria” al agua para que no recuerde las sustancias con las que ha tenido contacto desde que se formaron las moléculas, al parecer esto sucede cuando el agua se evapora. Aunque dado que no se puede detectar esta "estructura del agua", a lo mejor quedan por ahí algunos "recuerdos" de vidas pasadas, campo abierto para la cienciología acuática.

Sin efectos secundarios

Y lo mejor de todo es que la homeopatía no tiene efectos secundarios, no existe ni siquiera la sobredosis, puedes tomarte 20 veces la dosis diaria recomendada y no te pasará nada (lo que va en contra de todos los conocimiento existentes sobre posología). Esta experiencia ya la han realizado algunos críticos con la homeopatía usando tranquilizantes, en lo que se ha denominado como un suicidio homeopático (afortunadamente sin ningún tipo de consecuencia negativa). Es normal que no tenga efectos secundarios si ni siquiera tiene efectos primarios.

En contra de todo lo que conocemos

Las bases del funcionamiento de los medicamentos homeopáticos van en contra de todos los conocimientos científicos que tiene la humanidad sobre física, química, biología, fisiología, etc. Esto por sí solo no tiene por qué ser una prueba en contra de la homeopatía, que no conozcamos algo no quiere decir que no exista, pero sin duda son afirmaciones extraordinarias. Y como dijo Carl Sagan, afirmaciones extraordinarias requieren pruebas extraordinarias.

No se sabe bien cómo funciona

Muchos expertos e incluso fabricantes de homeopatía admiten que no se conocen aún bien cuáles son los mecanismos por los que estos medicamentos funcionan, cómo estas sustancias reestructuran las moléculas de agua, cómo son los mecanismos de transmisión de esta información, etc.


Estructura de una molécula de agua.

Que no se sepa cómo, tampoco quiere decir que no exista. Hasta Newton, no entendíamos las leyes que regían la gravedad, pero sabíamos que si tirábamos una piedra caería siempre hacia abajo, no nos hacía falta Newton para comprobar que una catapulta funcionaba. Luego llegó Einstein y lo complicó todo mucho más, pero las leyes de Newton, aplicadas a una catapulta, siguen funcionando.

Los medicamentos homeopáticos no curan

Van en contra de todo lo que sabemos de la ciencia e implican mecanismos que nunca se han descrito científicamente pero… ¿funcionan?

Para saber si un medicamento es eficaz debe someterse a estudios científicos rigurosos y replicables que prueben que su efecto no va más allá del placebo. Los defensores argumentan que estos medicamentos funcionan también con animales y con plantas, y que en ellos no es posible el efecto placebo. Estos estudios con animales a menudo también tienen fallos metodológicos importantes, el más básico y habitual es no usar la técnica del doble ciego. Para ello el paciente no debe saber si se le está dando el medicamento real o un placebo (en el caso de los animales esto da igual) pero el que realiza el experimento tampoco debe conocerlo para evitar sesgos inconscientes.

Este es el principal problema de la argumentación de los médicos homeópatas, ellos están convencidos de que funcionan porque se los dan a sus pacientes y mejoran, pero esa relación causa (medicamento homeopático) -efecto (curación) que ellos establecen está contaminada por sus propios sesgos cognitivos, que por muy médicos que sean, no pueden evitar.

Resumiendo, no existen estudios científicos suficientemente extensos, rigurosos y replicables que hayan sido capaces de probar la eficacia de ningún medicamento homeopático. Los estudios, que los hay, que han dado resultados favorables, o tienen graves fallos metodológicos o no han sido replicables.

Si se hace una búsqueda de trabajos en Pubmed, el mayor buscador de estudios clínicos, para Oscillococcinum, el principio homeopático estrella para prevenir la gripe, salen 18 resultados. Si en lugar de este producto se busca paracetamol, aparecen 22.467 resultados.

En lo que a la ciencia respecta, la homeopatía no tiene efecto más allá del placebo, y los supuestos efectos beneficiosos entran ya en el terreno de la fe y la magia.

Un peligro para la salud

Los medicamentos homeopáticos en si no tienen ningún efecto nocivo para la salud, en realidad no es más que azúcar. El problema viene cuando se sustituyen tratamientos médicos con eficacia demostrada por este tipo de medicamentos. Si en lugar de tomar un medicamento normal para la gripe tomas uno homeopático, los resultados en una persona joven y sana no serán muy graves. El problema viene con productos como las vacunas homeopáticas, no solo no estamos protegiendo a la persona de la enfermedad, sino que estamos poniendo en riesgo a las demás personas.

Un timo en toda regla

Y es que cobrar por algo que no cura es un timo, una estafa en toda regla, basada en el engaño. Ya el presidente de la cadena de farmacias británica BOOTS admitió ante el parlamento que la homeopatía no funciona, pero aún así la siguen vendiendo.

En Estados Unidos, la principal compañía fabricante de productos homeopáticos, la francesa Boiron, ha sido condenada a pagar 12 millones de dólares por publicidad engañosa y a especificar en sus etiquetas que no han demostrado que esos medicamentos curen.

En España los "medicamentos" homeopáticos no tienen por qué aportar pruebas de su eficacia, están fuera de la regulación y gracias a eso siguen embolsándose dinero.

Pero hasta que la administración ponga cordura en todo esto y decida prohibir la venta de homeopatía como medicamento, lo mejor que podemos hacer es informarnos, informar a los demás y no comprarla. Y no estaría mal hacer un esfuerzo e ir a algunas de las pocas farmacias éticas que se niegan a venderla, si consigues encontrar una.

Para saber más

Muy recomendable el capítulo de la serie “Escépticos” de la EiTB sobre la homeopatía.

Web recopilación ¿Qué es la homeopatía?

Entradas relacionadas en webs como Naukas, Hablando de Ciencia o ARP Sociedad para el Avance del Pensamiento Crítico.