Connecting Waterpeople
TEDAGUA
J. Huesa Water Technology
Sacyr Agua
MOLEAER
Aganova
HRS Heat Exchangers
Asociación de Ciencias Ambientales
Molecor
Schneider Electric
Lama Sistemas de Filtrado
Agencia Vasca del Agua
Kamstrup
Likitech
Idrica
RENOLIT ALKORPLAN
AMPHOS 21
ACCIONA
Laboratorios Tecnológicos de Levante
Hach
Rädlinger primus line GmbH
FENACORE
ESAMUR
Saint Gobain PAM
EPG Salinas
ISMedioambiente
KISTERS
s::can Iberia Sistemas de Medición
Vector Energy
Hidroconta
Fundación Biodiversidad
IAPsolutions
Fundación Botín
Innovyze, an Autodesk company
ADASA
SCRATS
ADECAGUA
GS Inima Environment
Grupo Mejoras
Filtralite
Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico
Baseform
Red Control
Cajamar Innova
Amiblu
AECID
Global Omnium
Almar Water Solutions
ONGAWA
ICEX España Exportación e Inversiones
FLOVAC
Catalan Water Partnership
Confederación Hidrográfica del Segura
Minsait
DATAKORUM
Consorcio de Aguas Bilbao Bizkaia
TecnoConverting
Barmatec
Centro Nacional de Tecnología de Regadíos (CENTER)
Aqualia
Fundación CONAMA
Ingeteam
IRTA
LACROIX
CAF
AGS Water Solutions
Hidroglobal
TRANSWATER
Xylem Water Solutions España
Sivortex Sistemes Integrals

Se encuentra usted aquí

China y su ambición por controlar las lluvias

Sobre el blog

Xavi Duran Ramírez
Responsable de prensa en la Agencia Catalana del Agua (ACA). Doctorando en Periodismo y Comunicación. Máster en Dirección de Comunicación Institucional y Empresarial.
  • China y ambición controlar lluvias

En los últimos años hemos visto algunas noticias que informaban de la existencia de avionetas que eran capaces de dispersar lluvias y tormentas. Algunas noticias, como la publicada por La Vanguardia en 2016, se hacían eco de varias denuncias recibidas por la Guardia Civil sobre aviones que lanzaban yoduro de plata en las nubes con el objetivo de impedir la lluvia en determinadas zonas.

Una investigación llevada a cabo en una zona montañosa de Estados Unidos demostraría que el uso de yoduro de plata serviría para incrementar la precipitación en forma de nieve 

Hidrología Sostenible, a través de un post, aporta luz sobre el tema, desmontando leyendas urbanas como los chemtrails y aclarando que el yoduro de plata precisamente sirve para favorecer la lluvia. También la plataforma de fact-checking Maldita apunta en el mismo sentido y califica la noticia de bulo.

La efectividad del yoduro de plata para favorecer las lluvias

En los últimos meses, varios medios internacionales y de reconocido prestigio, como la CNN o Bloomberg, entre otros, han informado de un proyecto creado en China para modificar el clima en un área de 5,5 millones de kilómetros cuadrados, un territorio que sería superior a la superficie de la India.

En cinco años, China ha destinado más de 1.000 millones de euros en tecnologías para poder alterar las lluvias

Esta iniciativa, que estaría activa en 2025, serviría para gestionar las lluvias a voluntad, haciendo llover cuando se necesitara agua para las diferentes demandas y evitando las tormentas que puedan dañar los cultivos.

Leyendo las noticias, sin embargo, se observa que el método sería el mismo y el yoduro de plata tendría efectividad en nubes con una elevada humedad. Todo estaría apoyado por un estudio llevado a cabo por varios investigadores del California Institute of Technology, que demostraría que la utilización de este producto habría favorecido una mayor producción de nieve en la zona conocida como Snowshoe (Virginia Occidental), muy frecuentada por los amantes del ski, con un incremento de la precipitación del 0,05 a los 0,3 mm.

El aparente éxito del gigante asiático para disipar tormentas

En cinco años, entre 2012 y 2017, China ha destinado más de 1.000 millones de euros para modificar el clima, no sólo para favorecer las lluvias sino también para disiparlas. En este último aspecto y según medios locales chinos, las prácticas utilizadas para alterar las lluvias habrían reducido hasta en un 70% los daños provocados por el granizo en la región autónoma de Xinjiang Uyghur. El sistema utilizado, volvemos a ver a nuestro ya viejo amigo yoduro de plata, en esta ocasión disparado hacía el cielo en pequeños paquetes para disipar las tormentas con granizo.


Situación de la región autónoma de Xinjiang Uyghur. Fuente: Wikipedia/Tubs

También durante la celebración de los Juegos Olímpicos de Beijing, en 2008, se informó masivamente del uso de esta misma técnica, disparando cohetes desde 21 puntos distintos de la ciudad para conseguir que la ceremonia inaugural del acontecimiento no estuviera amenazada por la lluvia, algo que parece que consiguieron, tal y como informa el Independent.

Uso de cohetes para disipar las nubes durante las Olimpiadas de Beijing en 2008. Fuente: China Photos/Getty/Bloomberg

Iniciativas de este tipo ya han levantado la voz de alarma de algunos países vecinos, entre ellos la India, que ve un grave problema alterar los frentes y las lluvias, pudiendo afectar las aportaciones de agua en otras zonas. La polémica está servida y parece que los conflictos sobre la gestión del agua, que hasta la fecha han sido "terrenales" pasarán a una nueva esfera. ¿Si en la década de los 80 se habló del Star Wars Programme que provocó tensiones entre Estados Unidos y la antigua URSS, ahora empezaremos a hablar de la "Sky Water Wars"?