Anangu Pitjantjatjara Yankunytjatjara (a partir de ahora mejor utilizar el acrónimo APY) es una región de Australia ocupada por varios pueblos aborígenes, con una población aproximada de 2.500 personas.
Hoy leo, con sorpresa, en varios medios de comunicación, que el gobierno australiano pretende sacrificar unos 10.000 camellos con el fin de garantizar el abastecimiento de agua a la población de la zona.
Un camello puede llegar a consumir 135 litros de agua en 13 minutos
La medida, que sin duda es polémica y levantará muchas críticas, se toma para que este mamífero no consuma agua y se preserve así el recurso para la población. Los camellos en Australia se concentran, sobre todo, en el centro del país y en épocas de sequía se agrupan cerca de captaciones de agua.
Varios testigos de la zona APY también explican que los camellos se acercan a las zonas pobladas en busca de agua, dejando sus excrementos y provocando diferentes daños.
Los camellos son una especie invasora, introducida hace siglos cuando Australia era una colonia británica
Si tenemos en cuenta que un camello puede llegar a consumir 135 litros de agua en apenas 13 minutos, tal y como informa este reportaje de National Geographic, con esta medida se “podrían ahorrar” más de un millón de litros de agua.
Una especie invasora
Al igual que pasó con los conejos (a finales del siglo XIX se introdujeron 24 ejemplares y hoy superan los 200 millones), el camello no es un animal propio del continente y se introdujo cuando Australia era una colonia británica. Esto ha provocado que, en la actualidad, la población de camellos en el país sea superior al millón de ejemplares y que la población pueda doblarse en una década, según el portal Camel Scan.
A pesar de que el gobierno australiano tiene un plan para reducir de un modo inmediato la población de camellos, a corto plazo, el gobierno local ha admitido que dispone de varios francotiradores para reducir los ejemplares de camello. No parece que sea esta la mejor solución para solucionar el problema.
La raíz
APY es una zona de Australia que también está siendo azotada por la intensa sequía y los incendios forestales, pero sin llegar a la crítica situación de Nueva Gales del Sur. Una evidencia más que el cambio climático ha venido para quedarse, con incendios cada vez más virulentos y un largo periodo de sequía. Una prueba más que debemos actuar cuanto antes para hacer frente a esta amenaza.
Se debe actuar en la raíz del problema y no llevar a cabo medidas paliativas y controvertidas como la que explico en este post.