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Cerrando el círculo de la gestión sostenible del agua

ACCIONA cierra el círculo de la gestión sostenible del agua gracias a la creación de la primera herramienta de medición de la circularidad en el sector del agua que integra tanto a los principales actores del ciclo integral del agua como a los usuarios finales.

Mirar hacia otro lado en tiempos de sequía es algo que no nos podemos permitir las empresas que nos dedicamos a velar por nuestra fuente de vida: el agua, un bien cada día más escaso.

El consumo, el uso responsable y la eficiencia de los procesos de tratamiento del agua no es una elección, sino una obligación. Es ahora el momento en el que el modelo circular de producción y consumo debe prevalecer sobre el modelo lineal (comprar-usar-tirar) si queremos salvaguardar nuestro planeta y sus reservas de agua dulce, que solo son el 2,5 % del total de la superficie terrestre.

Por otro lado, sabemos que el 45% de las emisiones globales se deben a nuestra forma de producción, por lo que la economía circular se vislumbra como alternativa predilecta para ayudar a mantener el calentamiento global por debajo de 1,5 °C, tal como se exigió en el Acuerdo de París. Para ello, es necesario que las emisiones se reduzcan alrededor del 45% en 2030 y que se alcance el cero neto hacia 2050.

En ACCIONA, como parte de nuestra estrategia y compromiso con los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible), lo tenemos claro y lo llevamos trabajando hace años, desde las actividades principales que componen nuestra compañía (Agua, Construcción, Energía, Residuos y Movilidad). Esto ha permitido que podamos establecer una estrategia circular basada en la simbiosis industrial de nuestros negocios.

¿Cómo aplicamos la Economía Circular en ACCIONA?

La Fundación Ellen MacArthur, referente mundial en el ámbito de la Economía Circular, afirma que el pilar más importante que sustenta el modelo económico de la economía circular es la aplicación de la regla de las 7R, un concepto nacido de las 3R, definidas como «reducir, reutilizar y reciclar». Es una regla que debe aplicarse desde el inicio del diseño de un producto, hasta el modo de consumo, y presionando a las industrias para que fabriquen productos acordes con los intereses de la sociedad: Reflexionar, Rechazar, Reducir, Reutilizar, Reciclar, Redistribuir y Reclamar.

Hagamos una pequeña reflexión, apliquemos la primera R que aparece dentro de las premisas que marca el modelo de la fundación «Reflexionar».

Pensemos en la influencia del ser humano y cómo se relaciona con la naturaleza, parte fundamental de esta ecuación, dado que sus actos repercuten de manera directa sobre el entorno que le rodea.

¿Y el mundo actual?, donde para que cualquier aplicación de software, herramienta tecnológica y desarrollo digital impacte y cobre sentido se ha situado, de manera acertada, a las personas en el centro. Sería lógico pensar que las personas sean el punto inicial y final de este modelo.

Como parte de nuestro compromiso con los ODS, hemos establecido una estrategia circular basada en la simbiosis de nuestros negocios

Toda acción tiene su reacción y, en este caso, cómo nos comportemos en nuestros hábitos de consumo, producción y de relación con el medio que nos rodea, va a impactar directamente en el resultado final.

Necesitamos empezar desde abajo, por una buena educación ambiental, y poder disponer de la capacidad suficiente de reflexionar sobre lo que nos rodea. Estas dos premisas son clave para garantizar la coherencia de las mejores decisiones ante este modelo y sobre la forma de extraer, producir y consumir. Es decir, está en nuestras manos que el modelo funcione.

La economía circular se vislumbra como alternativa predilecta para ayudar a mantener el calentamiento global por debajo de 1,5 °C

En ACCIONA así lo hemos implementado, priorizando las necesidades de nuestros clientes y usuarios y su relación con el medioambiente, tomando medidas desde la concepción de nuestras actividades y servicios que apoyan las energías limpias en lugar de los combustibles fósiles; fomentando la reutilización del agua residual para el riego y la eficiencia en los procesos de desalación como fuentes de agua alternativas; buscando la agricultura sostenible que ayude a potenciar los productos locales y de temporada; aumentando la vida útil de nuestros activos a través de la eficiencia en nuestros procesos operativos; mitigando la existencia de residuos perjudiciales para nuestra salud como los microplásticos en nuestro ecosistema procedentes de materiales de fabricación de textiles sintéticos, etc.

Este modelo que hemos implementado en el sector del agua desde que empezamos a diseñar nuestras infraestructuras (plantas de tratamiento, redes y servicios), a construirlas, operarlas y mantenerlas en base a las premisas y principios de la economía circular, solo tendrá éxito si logramos integrar a todos los actores principales del ciclo integral del agua junto a los usuarios finales en la misma cadena.

¿Puede ser la tecnología la clave para aplicar este modelo y conseguir cerrar el círculo?

Evidentemente, la respuesta es sí. Pocos son los retos que ahora mismo la tecnología no pueda combatir en las industrias, siempre y cuando tengamos claro, el problema que queremos resolver, la oportunidad que queramos generar o el proceso que vamos a transformar.

Por ejemplo, uno de los términos que más escuchamos en los congresos del sector del agua es el de «Biofactoría». Nuestras depuradoras son auténticas fábricas de nuevas materias primas (agua limpia, fango para agricultura, biogás, fertilizantes…) a través de residuos de entrada a la instalación, pero ¿cómo lo medimos? Y lo que es más importante: ¿Cómo hacemos que interactúen con el resto de los actores para poder transformarlo en una verdadera economía, y que los subproductos de los procesos anteriores puedan estar en las manos de las personas que los necesitan en tiempo y forma? En definitiva, ¿cómo somos capaces de generar impacto positivo y transformar el modelo lineal a circular?

  • El modelo que hemos implementado solo tendrá éxito si logramos integrar a todos los actores del ciclo integral del agua

La única manera de mejorar y generar impacto es midiendo, a través del uso de la tecnología y la digitalización. Así, conseguiremos la capacidad de mejora gracias a la aplicación principios de la economía circular; podremos ir más allá de disponer de un porfolio de soluciones circulares y poder cerrar por completo el círculo, generando economía y riqueza.

La aplicación de la tecnología nos ha dado la capacidad de establecer una metodología sostenible de trazabilidad de nuestros procesos y activos, empezando por el agua, y capilarizando al resto de nuestras actividades principales.

Hoy, en ACCIONA somos capaces de conocer en tiempo real el porcentaje de circularidad no solo de los activos, sino de cada una de nuestras actividades dentro del tratamiento del agua.

  • La tecnología nos ha dado la capacidad de establecer una metodología sostenible de trazabilidad de nuestros procesos y activos

Hemos construido la primera plataforma capaz de integrar a los actores principales del sector del agua y en los que impacta de manera directa una nueva forma de entender el consumo y la producción de manera circular; desde nuestros clientes, las administraciones públicas, los agricultores, otras empresas, universidades y centros tecnológicos hasta el último ciudadano de a pie como usuario de agua.

Tres objetivos claros, conseguidos gracias a nuestra plataforma:

  1. Validar la captura de los eventos de procedencia y ciclo de vida de los procesos de todo el ciclo integral del agua.
  2. Proporcionar un registro distribuido, compartido e inmutable a todos los actores interesados, e involucrados en la gestión integral del agua, mediante la certificación del dato y los Smart Contracts, lo que además proporciona transparencia e integridad en el dato a nuestros usuarios y clientes.
  3. Disponer de un modelo de medida de la circularidad, descentralizada, pero sin los inconvenientes de coste y desperdicio energético de la blockchain tradicional.

Hemos dado el paso que ratifica nuestro compromiso de cumplimiento con la legislación de economía circular y con los ODS a nivel mundial

Hemos dado el paso que ratifica nuestro compromiso de cumplimiento con la legislación de economía circular y con los objetivos de desarrollo sostenible a nivel mundial, a través de la primera herramienta de medición de la circularidad en el sector del agua y consiguiendo integrar a todos en la cadena, como validadores y usuarios del futuro Centro de Control de la Economía Circular en el sector del agua. Un centro neurálgico para la concepción, diseño y construcción de toda la infraestructura necesaria en el sector del agua y para la gestión eficiente y optimización de todos nuestros procesos y operaciones.