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Una combinación de satélites monitoriza los cambios en el Ártico

  • combinación satélites monitoriza cambios Ártico
    Hielo delgado

Sobre la Entidad

Agencia Espacial Europea
La Agencia Espacial Europea es la puerta de acceso al espacio del continente europeo. Su misión consiste en garantizar que la inversión en actividades espaciales siga dando beneficios a los ciudadanos de Europa.

Aunque no fue diseñado para ofrecer este tipo de información, el satélite SMOS de la ESA, que forma parte del programa Earth Explorer, es capaz detectar el hielo marino más delgado. Dado que otro de los satélites del programa, CryoSat, está mejor dotado para medir el hielo más grueso, los científicos han encontrado una forma de combinar ambas misiones para obtener información aún más clara de los cambios en el Ártico.

SMOS fue concebido para capturar imágenes de la temperatura de brillo, gracias a su radiómetro embarcado. Aunque estas imágenes pueden convertirse en información sobre humedad del suelo y salinidad de los océanos para comprender mejor el ciclo hidrológico, da la casualidad de que estos datos también pueden utilizarse para medir la banquisa.

Datos de grosor del hielo procedentes de CryoSat y SMOS

Por su parte, CryoSat aloja un altímetro radar que mide el francobordo del hielo marino, que es la distancia vertical entre la línea de flotación y el punto más alto de la banquisa. Este valor se emplea para estudiar cómo cambia el grosor del hielo y cómo el clima afecta al volumen del hielo terrestre.

A pesar de que ambas misiones son muy diferentes, científicos de la Universidad de Hamburgo y del Instituto Alfred Wegener (AWI), en Alemania, que participan en las dos misiones Earth Explorer, han encontrado la forma de combinar los datos de SMOS y CryoSat para obtener una imagen más clara de los cambios en el grosor del hielo flotante en las aguas del Ártico.

Mientras que la precisión de las medidas de CryoSat aumenta en función del espesor del hielo, los datos de SMOS son más precisos cuando la banquisa es relativamente delgada, de menos de un metro

Las mediciones de CryoSat ofrecen información de alta resolución espacial, que abarca el Ártico, cada mes. SMOS, en cambio, proporciona imágenes diarias, pero con una resolución mucho menor que CryoSat.

Al combinar las estimaciones de grosor del hielo de CryoSat y SMOS, obtenemos una visión más precisa y completa del estado actual del hielo ártico”, comenta el doctor Robert Ricker, del AWI.

“Los usuarios necesitan información oportuna de todo el Ártico y nosotros podemos responder a esta necesidad combinando los datos de estas dos misiones, distintas pero complementarias”.

La Universidad de Hamburgo ya utiliza SMOS para ofrecer mapas diarios del grosor del hielo del Ártico durante el invierno. Estos mapas se producen a las 24 horas de haberse tomado las mediciones en el espacio.

SMOS también ayuda a mejorar la precisión de las previsiones de banquisas, lo que ayuda a los operadores de tráfico marítimo a determinar las rutas más seguras y económicas a través del Paso del Noroeste o de la Ruta Marítima del Norte, por ejemplo, a medida que el grosor del hielo se va reduciendo por efecto del cambio climático.

Además, los archivos de datos de ambas misiones se han fusionado para generar información sobre la banquisa desde 2010. 

Cambios del hielo marino a partir de SMOS

Esto contribuirá enormemente a los estudios sobre este frágil componente de nuestro planeta y nos ayudará a comprender las variaciones anuales y el cambio climático.

El profesor Lars Kaleschke, de la Universidad de Hamburgo, lo explica así: “Es bueno ver cómo la información de dos tipos de mediciones pueden combinarse en un solo producto para hacer avanzar la ciencia y mejorar las aplicaciones funcionales”.

“Se ha demostrado que el uso de la información sobre el grosor del hielo de SMOS mejora los cálculos de los modelos y las previsiones. Resultará interesante ver cómo los modelos de las corrientes oceánicas y la temperatura del aire aprovecharán estos datos para ofrecer una mejor comprensión de la banquisa”. 

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