El Cabildo advierte de las “imprevisibles consecuencias” que podría acarrear sobre la reserva y abastecimiento de aguas subterráneas de Tenerife la Ley de Parques Nacionales que, actualmente, se está tramitando y que se encuentra en fase de anteproyecto.
El consejero de Aguas, Jesús Morales, anunció que presentará alegaciones al respecto y llevará a cabo los contactos políticos necesarios para corregirla, pues “es importante que el Estado reconozca la singularidad de las Islas y en concreto de Tenerife y La Palma principalmente”.
Este anteproyecto de ley incide sobre la prohibición de perforar las galerías de captación en el subsuelo del Parque Nacional del Teide pero -como aclara el consejero- “cuestión que ya se planteó en su momento y fue corregida”. En este sentido, recordó que, actualmente en la Isla, el 82 % de las aguas que consumimos procede de galerías y pozos, y las principales galerías se encuentran en el subsuelo del Parque Nacional”.
Según recoge el avance del proyecto, la ley pretende preservar las formaciones naturales de los parques excluyendo toda instalación o uso que altere su paisaje. Para ello declara incompatibles una serie de actividades presentes en el territorio de los parques en el momento de su declaración que deberán ser eliminadas en un plazo establecido legalmente; entre otras, aprovechamientos hidráulicos y las extracciones mineras, salvo en circunstancias excepcionales, debidamente justificadas por razones de protección ambiental o interés social.
Jesús Morales explicó que en este documento nada se aclara sobre los aprovechamientos que se realizan en el subsuelo del parque pero cuyas instalaciones (bocaminas, etc) están fuera del territorio del mismo. El Consejo Insular de Aguas de Tenerife (Ciaft) entiende que tales instalaciones no suponen una alteración del paisaje.