El consejero andaluz de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, José Juan Díaz Trillo, ha inaugurado hoy la nueva estación de bombeo de Alcalde Juan de Dios Molina, más conocida como La Martona. La nueva infraestructura cuenta con dos bombeos que separarán el agua de lluvia de las aguas residuales, mejorando así tanto el saneamiento de la ciudad como la recogida de agua de lluvia para evitar inundaciones en las barriadas gaditanas.
La actuación, que ha contado con una inversión cercana a los 12 millones de euros y un empleo asociado de 90 puestos de trabajos directos, ha consistido en la ejecución de una nueva estación de bombeo, que moderniza y amplía la capacidad de la anterior.
Durante su construcción se ha mantenido en funcionamiento la estación antigua para no dejar sin servicio de saneamiento a la ciudad. Esta infraestructura del ciclo integral del agua será cedida formalmente al Ayuntamiento de la capital gaditana, y su edificio se convertirá en sede de la empresa municipal de aguas de Cádiz.
La nueva instalación está dotada con dos pozos de bombeo, uno de aguas fecales y otro de pluviales. Además, se ha colocado un nuevo grupo electrógeno y una nueva nave industrial para cubrir el complejo.
La estación de residuales, que cuenta con un pozo de fecales de 30 metros de profundidad, recogerá las aguas residuales procedentes de Astilleros, la Paz, Marconi, Loreto, Bahía Blanca, Santa María del Mar, Brunete, Estadio, Paseo Marítimo y matadero hasta la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) de la Bahía de Cádiz.
La estación recogerá también el agua de lluvia procedente de Brunete, Estadio, Paseo Marítimo y Matadero. Al ser aguas limpias podrán devolverse directamente al mar y, en su caso, ser derivadas a la EDAR. Gracias a su mayor capacidad de recogida de pluviales, la nueva estación de La Martona evitará el riesgo de inundaciones por lluvias en las barriadas gaditanas.
La ejecución de la nueva infraestructura ha sido muy compleja, tanto por la profundidad del nuevo pozo de fecales como por su ubicación, que ha hecho necesario el desvío de numerosos servicios de la ciudad, como el gas, la telefonía o el suministro de agua al conectarse con la red de saneamiento de la ciudad.