El Plan Nacional del Agua implementado por el Gobierno nacional se basa en la construcción de grandes obras, como represas, y en la adaptación del terreno al cambio climático, entre otras cosas.
El Gobierno nacional anunció la puesta en marcha del plan que propone alcanzar una cobertura del 100% de población con acceso al agua potable y del 75% de saneamiento, lo que demandará hasta los primeros años de la próxima década una inversión de 21.000 millones de dólares.
El subsecretario de Recursos Hídricos, Pablo Bereciartua planteó que "está garantizada la inversión que necesitamos para enfrentar los próximos años" como parte del plan que prevé duplicar la inversión del año pasado que fue de 900 millones de dólares a nivel nacional, y este año va a completar con 1.600 millones de dólares de inversión real y un pico máximo de 5.400 millones de dólares en 2019.
Bereciartua destacó como "un segundo eje muy significativo para la Argentina la adaptación al cambio climático", para lo cual el Gobierno tiene previsto y diseñado "que la Argentina llegue a tener un nivel razonable de infraestructura con una inversión aproximada de 10 mil millones de dólares".
Hay un tercer eje en el Plan del Agua referido a las grandes obras multipropósito. "Tenemos priorizadas un conjunto de 10 grandes obras", aseveró Bereciartua al enumerar la construcción de la represa Chihuido sobre el Río Neuquén con una inversión de 2.200 millones de dólares; Portezuelo del Viento en Río Grande al sur de Mendoza; la presa El Tambolar del Río San Juan y Potrero del Clavillo en los ríos Medina y Gastona sobre el Aconquija, entre las provincias de Catamarca y la de Tucumán.
El cuarto eje fue denominado por el Gobierno como Agua para la Producción, por el cual se buscará organizar alianzas público-privadas para hacer un uso racional del agua.