(teleSURtv) Más de 140 aborígenes brasileños abandonaron la represa en construcción de Bello Monte, en Pará, obra a la cual se oponen, y viajaron a Brasilia para dialogar con el gobierno de Dillma Rousseff. Los indígenas demandan un estudio ambiental que certifique que las obras de la hidroeléctrica no afectarán el entorno; el encuentro concluyó sin acuerdos, las autoridades afirmaron que no detendrán este proyecto pero que hará las correcciones necesarias para garantizar la protección ambiental.
Por otra parte, los pueblos originarios del Mato Grosso, que tienen un antiguo conflicto con hacendados de la región, reivindican su derecho sobre la tenencia de la tierra que habitan, exigen protección para el medio ambiente y políticas que reconozcan sus necesidades. El gobierno asegura que impulsará el diálogo y evitará enfrentamientos.