El agua del embalse del Pontón, como la de otros muchos embalses, puede usarse para el suministro de abastecimiento a la población, pero previa potabilización, es decir, pasando por una planta potabilizadora.
Según lo establecido en el vigente Plan Hidrológico de la cuenca del Duero, las aguas del embalse del Pontón Alto están clasificadas en la categoría A2, lo cual supone, según el anexo I del RD 927/88, que deben someterse a un tratamiento de potabilización que como mínimo contemple un “tratamiento físico normal, tratamiento químico y desinfección”.
Ello explica que el Pontón pueda ser usado por los Ayuntamientos que sí utilicen el tratamiento adecuado a través de las correspondientes estaciones de tratamiento de aguas potables (ETAP), pero no por el Ayuntamiento de La Granja de San Ildefonso, si no se pasa previamente por el tratamiento de potabilización adecuado.
Tradicionalmente este municipio ha venido usando para abastecimiento el agua sobrante del Estanque de los Jardines del Patrimonio Nacional, denominado El Mar, sometiéndola a una simple cloración, sin pasar por potabilizadora.
El agua del Pontón sí puede ser usado por los Ayuntamientos que utilicen el tratamiento adecuado.
Al bajar el nivel del Estanque de El Mar, Patrimonio a pasado a utilizar agua procedente del Pontón para sus fuentes para su uso en los jardines, de acuerdo con la concesión otorgada por la Confederación Hidrográfica del Duero y con la instalación y tuberías de bombeo construidas a tal fin. Lógicamente, La Granja no puede seguir utilizando las aguas de los jardines de Patrimonio para abastecimiento en la situación actual, dado que estas proceden del Pontón y no están potabilizadas.
Precisamente por ello, ya hace años el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente construyó a través de la Confederación Hidrográfica del Duero la ampliación de la ETAP de La Atalaya para poder atender a La Granja, además de a los municipios de la Mancomunidad de La Atalaya. Asimismo, se construyó la tubería de abastecimiento desde esa potabilizadora hasta La Granja.
Por tanto, y como se ha puesto desde hace algún tiempo en conocimiento del municipio, la forma habitual de abastecimiento del mismo debe hacerse desde el Pontón, previo paso por la potabilizadora de la Atalaya, que para eso se construyó.
Ello no obsta para que, en el periodo en el que se disponga de agua suficiente, puedan utilizarse las aguas desde el estanque de El Mar, como se venía haciendo, sin perjuicio de su calidad sanitaría.
La forma habitual de abastecimiento de La Granja debe hacerse desde el Pontón, previo paso por la potabilizadora de la Atalaya.
Por otra parte, desde primeros de septiembre se viene realizando, por parte dela CHD, un seguimiento más intenso de la calidad de las aguas del embalse del Pontón Alto, en la provincia de Segovia, al tener conocimiento de una incidencia relacionada con un posible deterioro en las características organolépticas del agua procedente de la captación de abastecimiento a la ciudad de Segovia, situada en el citado embalse.
A partir de ese momento, la CHD ha mantenido una comunicación regular, vía telefónica y por correo electrónico, tanto con el Ayuntamiento de Segovia como con el Servicio Territorial de Sanidad de Segovia, con el objetivo de evaluar el estado en el que se encuentra el embalse y colaborar en la búsqueda de una solución al problema. Desde el primer momento, la CHD ha proporcionado a las citadas adminisraciones tanto asesoramiento técnico como toda la información analítica de la que va disponiendo en cada momento.
El embalse Pontón Alto, como muchos otros embalses de la cuenca del Duero, presenta problemas de eutrofización de sus aguas, como consecuencia de la naturaleza de los terrenos por los que discurre y de as presiones antrópicas a las que está sometido. Cabe señalar que el punto de vertido de la E.D.A.R de la Granja de San Ildefonso está situado aguas abajo del mencionado embalse.
El fenómeno de la eutrofización se manifiesta por un crecimiento anómalo de microalgas, especialmente importante cuando sube la temperatura o la insolación de los embalses, lo que es lógico después de un verano cálido y continuado. Es de suponer que esos efectos disminuyan con el cambio de temperatura o con la aportación de aguas de lluvias. No obstante seguirá siendo necesario el adecuado tratamiento.
A la vista de la información disponible por la CHD sobre este embalse, en las últimas fechas la masa de agua se encuentra estratificada térmicamente, con una capa superior en la que existe una importante proliferación algal que, a todas luces, está en el origen de los problemas organolépticos referidos anteriormente.
