Determinar la huella dactilar química de los contaminantes y su influencia sobre el aumento de la velocidad de derretimiento de los glaciares, es uno de los principales objetivos de la investigación que realiza el Centro de Tecnologías Ambientales (CETAM); mediante el análisis de testigos de hielo, nieve y aerosoles que son recolectados en glaciares de la Cordillera de Los Andes, desde la zona central hasta la Patagonia.
Se trata de un proyecto pionero que permite conocer cómo fue el clima en el último siglo, así como evaluar la contaminación pasada y actual, con la finalidad de usar estos datos para entender y predecir los efectos del cambio climático global. Y es que guardada en testigos de hielos se encuentra información valiosa, atrapada en burbujas de gases como el CO2 y CH4, isótopos, así como partículas atmosféricas (aerosoles), polen, bacterias, entre otros, que permitirían reconstruir el clima y las características de contaminación atmosférica de esa época.
Los glaciares tienen hielos permanentes que poseen una data de cientos de miles de años, y a partir de eso se podría determinar cómo era el clima en nuestro planeta en esa época. De esta manera, se puede analizar los distintos períodos de glaciación y derretimiento y cuáles han sido los efectos sobre el clima de la tierra, cuando las concentraciones de CO2 u otros gases de efecto invernadero han estado elevadas a niveles semejantes a los actuales.
Este estudio, que se desarrolla bajo la modalidad de investigación conjunta y es financiado por CONICYT (Chile) y su contraparte SER (Suiza), ya suma muestreos en los Andes Centrales de nuestro país, específicamente en La Parva, El Colorado y el Glaciar Echaurren, además de los glaciares de los volcanes Nevados de Chillán, en la octava Región; Mocho Choshuenco en Valdivia y el Glaciar Grey en Los Andes Patagónicos.
Se trata de una investigación pionera en Sudamérica, ya que existen escasos datos o estudios realizados o publicados al respecto, en especial sobre química de hielo, nieve y aerosoles recolectados en glaciares de Los Andes. El CETAM ampliará esta investigación a partir de este año al Glaciar Laclavère, ubicado en la Península Antártica, gracias a un proyecto financiado por el Instituto Antártico Chileno (INACH), que se extenderá por los próximos 3 años.
Adicionalmente esta investigación, en la que también participan la Dra. Margit Schwikowski, del Labor für Radio- und Umweltchemie del Paul Scherrer Institute, Zürich, Suiza, y del Dr. Gino Cassasa, de la Universidad de Magallanes, junto a los investigadores del CETAM, Mario Funes y Víctor Vidal, pretende determinar el efecto de la contaminación antrópica, es decir, aquella generada por el transporte vehicular, las industrias y otras actividades que contaminan en la ciudad, y sus efectos sobre los glaciares al transportarse hasta los glaciares.
Uno de los principales focos es cómo los gases y partículas contaminantes pueden ser transportadas desde una ciudad como Santiago, hasta la Cordillera de Los Andes y depositarse sobre la nieve y el hielo. Estas partículas de contenido fundamentalmente carbonaceo absorben una mayor cantidad de radiación solar que la nieve aumentando su temperatura, siendo capaces de derretir la nieve, produciendo un aumento de la velocidad de derretimiento de los glaciares, modificando el albedo terrestre (reflexión) y aumentando así el efecto invernadero, impactando finalmente sobre el fenómeno del cambio climático.