Las fuertes inundaciones registradas en al menos 28 provincias de China han dejado en los últimos días un total de 273 muertos y cerca de un centenar de desaparecidos.
China ha anunciado que está "preparada para lo peor" pero que "espera lo mejor" tras las lluvias, y ha insistido en que "si bien los niveles de agua en los tramos medios y bajos del río Yangtzé están disminuyendo lentamente", aún se registran zonas que superan los niveles de alerta.
El portavoz del departamento de Control Hídrico y Sequías, Zhang Jiatuan, ha advertido de que la situación es aún "bastante crítica" y en algunas zonas del este del gigante asiático se esperan potentes lluvias los próximos días, tal y como recoge la agencia china de noticias, Xinhua.
Los datos que baraja Zhang apuntan a que cerca de 5,5 millones de hectáreas de cultivos han quedado inundadas, y unas 150.000 viviendas destruidas. Las pérdidas económicas, sostiene, podrían alcanzar los 147.000 millones de yuanes (unos 20.000 millones de euros).