El presidente del Tribunal de las Aguas, Enrique Aguilar Valls, ha indicado que pretende "abrir el tribunal a la sociedad". Así se lo ha manifestado a la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, y a la concejala del Ciclo Integral del Agua y Calidad Medioambiental, Maria Àngels Ramón-Llin, con las que se ha reunido este jueves en la Alcaldía.
Barberá ha recibido al presidente y al resto de síndicos o representantes de las acequias que componen esta institución milenaria encargada de dirimir los conflictos generados por el agua de riego entre los agricultores de las Comunidades de Regantes de la Vega de Valencia.
El Tribunal de las Aguas fue designado 'Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad' en 2009.
En este encuentro, el primero desde que el pasado mes de junio, Enrique Aguilar Valls fue designado máximo responsable del Tribunal de las Aguas, la Primera Autoridad Municipal se ha interesado por los principales proyectos de la nueva directiva de la institución de justicia más antigua de Europa.
Aguilar ha manifestado que este Tribunal es un "ejemplo de justicia", ya que formaliza la sentencia al momento y los regantes la acatan. Además cuenta con el respeto de las comunidades de regantes "que son un ejemplo de generosidad en el reparto del agua, puesto que si una acequia lleva menos agua la otra se la cede sin problema alguno y dentro de un ambiente de cordialidad".
El Tribunal de las Aguas en 2009 fue designado 'Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad', está formado por un representante de cada una de las comunidades de regantes que forman parte de la Vega de Valencia, en total nueve (ocho más el presidente); y que cada jueves se constituye formalmente en la Puerta de los Apóstoles de la Catedral de Valencia, en la plaza de la Virgen para celebrar un juicio rápido, oral e íntegramente en valenciano.
En esas sesiones el denunciante, que suele ser el guarda de la acequia a la que pertenece el infractor, expone el caso ante el Tribunal, y después el denunciado se defiende a sí mismo y responde a las preguntas del síndico de la acequia a la que pertenece.
A continuación el Tribunal, con la excepción del síndico de la acequia en cuestión, decide la culpabilidad o no del denunciado, y en caso afirmativo, es el síndico de la acequia es quien impone la pena a pagar por el infractor, de acuerdo con las Ordenanzas de la propia Comunidad de Regantes.