(UHU) El objetivo del estudio Comparison of microalgal biomass profiles as novel functional ingredient for food products, publicado en Algal Research, es servir de guía a la industria alimentaria o farmacéutica para mejorar la composición de sus productos
Las microalgas utilizan la energía solar para transformar, por ejemplo, las aguas residuales en CO2 y biomasa rica en lípidos, azúcares, proteínas o hidratos de carbono. Son una extraordinaria fuente potencial de compuestos naturales cuyo estudio no ha tocado techo. La industria farmacéutica o agroalimentaria se enfrenta a diario a un rosario de microespecies para introducirlas en sus modelos de negocio, y su investigación -enfocada a conocer su metabolismo, principalmente- es una valiosa guía para orientar la producción de forma selectiva a mercados cada vez más exigentes. 'Por ejemplo, añadir biomasa procedente de microalgas a productos alimenticios proporciona nuevo valor en forma de antioxidantes, ácidos grasos poliinsaturados (omega-3) o proteínas. En consecuencia, una buena selección de especies con perfiles nutricionales definidos es clave para el desarrollo de productos innovadores', subraya José María Franco, de la Universidad de Huelva.
Una de las características más interesantes de este nicho biológico es que, 'al igual que sucede con cualquier planta superior', su status bioquímico varía en función de factores exógenos. Por ejemplo, la temperatura, la salinidad, la iluminación o el mismo pH del agua. Por ello, una caracterización fisicoquímica detallada de las microalgas es el primer paso para determinar las más adecuadas atendiendo a futuras aplicaciones.
Científicos de la Universidad de Huelva y de centros de investigación de Portugal han publicado el artículo Comparison of microalgal biomass profiles as novel functional ingredient for food products, publicado en Algal Research, en el que detallan los perfiles químicos (ácidos grasos, pigmentos y contenido mineral, entre otros) y la resistencia térmica de las cinco cepas de microalgas de mayor uso en productos alimenticios: Spirulina (Arthrospira) maxima, Chlorella vulgaris, Haematococcus pluvialis, Diacronema vlkianum y Isochrysis galbana.
El objetivo del estudio de este top-five es proporcionar una información bioquímica rigurosa para ayudar a la industria a elegir las microalgas que mejor se adaptan a aplicaciones a la carta. Por ejemplo, cuál es la más idónea para suplementar alimentos ricos en proteínas, o las que mayor contenido tienen en ácidos grasos poliinsaturados. Y así, de estas cinco microalgas, según se desprende del estudio, Chlorella vulgaris y Spirulina son las que presentan la tasa más alta de proteínas (38% y 44%, respectivamente) y un bajo contenido en grasa (5% y 4%, respectivamente). En el caso de C. vulgaris y H. pluvialis mostraron una alto contenido de carotenoides, por encima de los porcentajes de grasa obtenidos; bajo en proteínas y una mejor resistencia al tratamiento térmico. Por último, D. vlkianum y I. galbana presentan un alto contenido de proteínas (38-40%) y grasas (18-24%) ricas en ácidos grasos poliinsaturados, princi¬palmente EPA y DHA. En cuanto a los compuestos minerales, S. maxima presenta un alto contenido en minerales, principalmente sodio y potasio (31%). En el caso de C. vulgaris (verde), esta microalga tiene un contenido mineral total de 24%, de los que un 4,7% es calcio, manganeso y hierro. 'Se trata de un estudio que puede ayudar a la industria a posicionar mejor sus productos funcionales', aclara José María Franco.