El Ministerio del Ambiente de Ecuador, a través del Programa de Reparación Ambiental y Social (PRAS), la Subsecretaría de Calidad Ambiental (SCA) y la Dirección Provincial del Ambiente de Sucumbíos (DPAS), verificó nuevamente los daños causados en las riberas del río San Miguel por un derrame de petróleo ocurrido en Colombia hace dos semanas.
El vertido se originó en el sector colombiano de La Balastera, a unos cinco kilómetros río arriba del puente internacional sobre el río San Miguel, por donde pasa el Oleoducto Trasandino de Colombia, operado por la empresa estatal colombiana Ecopetrol.
Según los técnicos que visitaron la zona, tras 14 días de ocurrido el evento aún se observan manchas de petróleo en las orillas del río. Hasta Puerto Mestanza, ubicado a aproximadamente a 10 Km. del derrame, la mancha en el río solo se observa del lado colombiano (lado norte). Desde ese punto en adelante, ya se observa una afectación sobre la orilla del lado ecuatoriano. En Puerto Nuevo, la mancha empieza a disminuir notablemente, especialmente del lado de Ecuador. Esto se debe a las características geomorfológicas del río, que han permitido un flujo rápido del crudo que no llegó a ser contenido.
Próximamente, el MAE contará con la Evaluación Ecológica Rápida del sitio, y paralelamente se controla el cumplimiento de las acciones de limpieza y remediación que están a cargo de Petroecuador. Una vez obtenidos los reportes de Petroecuador, será posible utilizar la EER como referencia para evaluar la necesidad de mayores intervenciones en la zona.
Hasta ahora, se ha verificado que para evitar afectaciones a la salud, Petroamazonas está dotando de agua en tanqueros a las comunidades que no cuentan con agua segura. Además, la empresa ecuatoriana está colaborando con las acciones de limpieza del derrame en Ecuador, cumpliendo con el convenio de cooperación firmado años atrás con Ecopetrol. No obstante, los costos de limpieza y remediación serán cubiertos por la empresa petrolera colombiana.
Cabe destacar que la reserva del Cuyabeno no corre riego de afectación, pues el área protegida no tiene conexión con la cuenca del Putumayo.
Desde el día del derrame hasta ahora, el MAE ha realizado tres inspecciones en campo. El primer día no se visualizaron manchas de petróleo del lado ecuatoriano, pese a que las condiciones de seguridad en la zona de frontera han sido adversas por la presencia de grupos irregulares colombianos. Actualmente, el MAE se encuentra a la espera de un reporte del Ministerio del Ambiente de Colombia para conocer las acciones emprendidas por ese país y el volumen de barriles derramados.
