Ecologistas en Acción y más de 320 organizaciones de la sociedad civil han pedido a los gobiernos que la 'agricultura climáticamente inteligente' no sea considerada como una solución al cambio climático, un año después del lanzamiento de la Alianza Global por una Agricultura Climáticamente Inteligente (GACSA).
"Si los gobiernos legitiman la Alianza y su concepto, como las mejores formas de transición hacia sistemas alimentarios sostenibles, y se incorporan en todo acuerdo y foros internacionales, se pondría en gran peligro el futuro de la alimentación y la agricultura, al igual que el futuro de nuestro planeta", afirma el secretario general de CIDSE (alianza de organizaciones católicas de desarrollo de Europa y Norteamérica, a la que pertenece Manos Unidas), Bernd Nilles.
Los colectivos expresan las críticas a este tipo de agricultura en un texto e indican que la definición de la 'agricultura climáticamente inteligente' (enfoque que busca reorientar los sistemas agrícolas, para apoyar efectiva y duraderamente el desarrollo y la seguridad alimentaria en el contexto de un clima cada vez más inestable, según la FAO) es "amplia e imprecisa" para ser beneficiosa. También apuntan que no engloba criterios sobre qué es y qué no es 'inteligente'; y acusan a la estructura de gobernanza de la GACSA de carecer de claridad.
Entre las asociaciones contrarias a la 'agricultura climáticamente inteligente' destacan La Vía Campesina, organizaciones y redes internacionales como CIDSE, FIAN, el Foro de Agricultores de Asia Pacífico, el Foro de Pequeños Agricultores del Este y Sur de África, la Alianza Africana por la Soberanía Alimentaria, Slow Food o Urgenci.