Una mujer ha demandado al Ayuntamiento de Martorell (Barcelona) por ubicar una estación de gestión de agua en un terreno de su propiedad, sin tener presuntamente autorizaciones legales para su explotación ni licencia ambiental, y estando en zona protegida, explica la demanda a la que ha tenido acceso Europa Press.
Según el escrito, la afectada --que asegura ser la propietaria del terreno-- ha solicitado al titular del Juzgado Contencioso Administrativo 4 de Barcelona que declare la nulidad del contrato de concesión a Sorea para la gestión del servicio público municipal de suministro de agua potable de Martorell, y que se la indemnice por los perjuicios y los incumplimientos legales, ya que la concesión está "viciada de nulidad".
A principios de 2012, la supuesta propietaria del terreno tuvo conocimiento de que se había ubicado la estación llamada Can Bros en su propiedad, por lo que solicitó al Ayuntamiento que decretase la nulidad del contrato a Sorea y desalojara "inmediatamente" el terreno.
En septiembre del mismo año, el Ayuntamiento desestimó esta petición alegando que no se había cometido ningún tipo de ilegalidad, y que no abandonaría el terreno ni indemnizaría a la supuesta propietaria porque la finca era del Consistorio.
En esta demanda, la perjudicada asegura que la estación está construida en un terreno "ajeno al servicio municipal", al que sólo se puede acceder por un camino que también es de su propiedad y que, en todo caso, sigue siendo ilegal, ya que se encuentra en una zona de protección natural que, en el último caso, pertenecería al Estado.
Cedido al Ayuntamiento
En declaraciones de Europa Press, el Ayuntamiento ha defendido que el terreno fue cedido por el Instituto para la Conservación de la Naturaleza (Icona) --actual Dirección General de Conservación de la Naturaleza-- al Consistorio en los años 70, para construir la estación.
Según el Ayuntamiento, existe un proyecto de obras y una partida presupuestaria que lo certifican y, aunque la demandante inscribió el terreno en el registro de la propiedad hace algunos años a su nombre, esta inscripción debería estar a nombre del Ayuntamiento desde los 70, cuando Icona lo cedió y se construyó la estación de agua.
Además, ha criticado que la mujer, que no es vecina de Martorell, quiera ganar dinero a costa de un malentendido administrativo, y ha lamentado que no le importe que la ciudad se quede sin suministro de agua.