Los embalses de las cuencas internas catalanas están hoy al 83% de su capacidad (578 hm3), 3 puntos más que hace un año (80% y 555 hm3 almacenados), según datos de la Agencia Catalana del Agua. Este volumen, sin embargo, es ligeramente inferior al registrado hace un mes, cuando las reservas estaban al 85% y con cerca de 592 hm3 almacenados.
El sistema Ter-Llobregat se sitúa cerca del 87% de la su capacidad (531 hm3), 5 puntos más que hace un año, cuando almacenaba 501 hm3 (82%). Sant Ponç (96% y 23 hm3), Susqueda (92% y 214 hm3) y Foix (100% y 3 hm3) son los embalses más llenos, aunque el resto, a excepción de Sau, Boadella y Riudecanyes, se sitúan por encima del 80%.
El embalse de Boadella se encuentra alrededor del 52% de su capacidad (31 hm3), un nivel similar al registrado hace un mes, pero 9 puntos y 6 hm3 menos que hace un año. Por otra parte, los pantanos de Siurana y Riudecanyes se sitúan al 86 y 24%, respectivamente, unos niveles muy similares a los registrados hace un mes.
Con este nivel de reservas en los embalses se garantizan todas las demandas ordinarias para un periodo aproximado de 16 meses, pero hay que continuar con uso eficiente del agua y manteniendo el ahorro logrado hasta la fecha.
La otra función de los embalses: laminación de avenidas
Esta situación atípica de reservas elevadas a inicio del otoño coincide con el periodo en el que tradicionalmente se presentan episodios de lluvia intensa, con aportaciones importantes de agua desde cabecera hasta los embalses.
Hay que tener en cuenta que este tipo de infraestructuras tienen una doble función: almacenar reservas para garantizar las demandas de agua (abastecimiento, riego y usos ambientales, entre otros) y laminar las avenidas de agua en caso de lluvias intensas en las cabeceras, minimizando así posibles afectaciones aguas abajo.
La reducción de volúmenes embalsados de estos meses corresponde a la liberación de espacio en los embalses para tener mayor capacidad de laminación de avenidas en los meses de otoño.
En este sentido, mientras se mantenga esta situación, los técnicos de la Agencia Catalana del Agua realizarán una continua vigilancia en la evolución de las condiciones meteorológicas, de acuerdo con las previsiones del Servicio Meteorológico de Cataluña, velando por la detección anticipada de situaciones de potencial riesgo que motiven la necesidad de proceder a un desembalse preventivo de las presas de estas cuencas, generando así un resguardo extra para la laminación de la avenida.
De esta manera se compatibilizará la doble función de las presas, como reserva de recursos y como elemento de protección de los bienes y personas ubicadas aguas abajo ante posibles riadas.