Los embalses de las cuencas internas catalanas están hoy cerca del 96% de su capacidad (664 hm3), 13 puntos más que antes del inicio de este fin de semana, cuando las reservas estaban al 82%, con 572 hm3 almacenados, según datos de la Agencia Catalana del Agua. El volumen almacenado actualmente también es superior al registrado hace un año, cuando las reservas estaban al 83% y con cerca de 579 hm3 almacenados.
El sistema Ter-Llobregat se sitúa en más del 98% de su capacidad (602 hm3), 14 puntos más que antes de la levante, cuando almacenaba 516 hm 3 (84%). Susqueda (100% y 237 hm3) es el embalse más lleno del sistema, aunque la Baells, Sau, Sant Ponç y la Llosa del Cavall alcanzan casi su pleno técnico, con 95, cerca de 96, 98, y cerca de 99, respectivamente.
Los embalses de Boadella y Riudecanyes, que eran los pantanos con menos reservas antes del episodio (el 51 y 22%), pasan al 73% (44 hm3) y 40% (2,1 hm3), respectivamente. Por otra parte, Foix se mantiene igual (al 100% y con 3,7 hm3), mientras que Siurana gana cerca de 3 puntos y pasa del 85 al 88%.
Con las demandas garantizadas para los próximos 16 meses, ahora los trabajos se centran en normalizar los caudales y conseguir que los embalses catalanes dispongan de resguardos de seguridad para asumir las aportaciones desde cabecera.
Hay que tener en cuenta que este tipo de infraestructuras tienen una doble función: almacenar reservas para garantizar las demandas de agua (abastecimiento, riego y usos ambientales, entre otros) y laminar las avenidas de agua en caso de lluvias intensas en las cabeceras, minimizando así posibles afectaciones aguas abajo.