Las depuradoras catalanas han generado 520.800 toneladas de biosólidos en forma de fango deshidratado durante el 2014, que equivalen a una cantidad de 116.500 toneladas de materia seca. De este volumen se destinan en un 88% en la aplicación para el suelo (agricultura, jardinería y restauración de canteras), en un 6,4% para la valorización energética y el 5,6% restante a depósito controlado.
Las depuradoras de Besòs / Montcada y Barcelona acumulan el 42% del total de la producción de biosólidos en Cataluña durante el 2014
De esta manera, se aprovecha cerca del 95% de los lodos generados durante el proceso de depuración en las 489 depuradoras en servicio en Cataluña a finales del año pasado, que han tratado y depurado 630 hm3 (seis veces el embalse de la Baells, en la comarca del Berguedà).
De las 520.800 toneladas de lodo generadas durante 2014, el 99,9% ha sido sometido, como mínimo, a un tratamiento, digestión aerobia o anaerobia, compostaje o secado térmico, antes de su destino final. Además, los lodos han pasado por todo tipo de controles que garantizan su correcto aprovechamiento y el cumplimiento de los parámetros ambientales que exige la ley.
Desde 2007 se constata un leve pero continuado descenso del 2% en la producción de estos biosólidos. Esto se debe, a pesar del incremento en el número de depuradoras en servicio, a la suma de varios factores como la pluviometría, el ahorro en el consumo a nivel doméstico y a la menor aportación procedente del sector industrial. Esta tendencia se constata en la mayoría de depuradoras de tamaño medio y grande de Cataluña.
El tipo de tratamiento al que se han sometido los lodos varía en función de diferentes aspectos. Durante el año 2014, un 53% de los biosólidos fueron compostados, un 8% recibieron tratamiento de secado térmico y un 4% fueron destinados a plantas de digestión anaerobia externas. Complementariamente, un 48% de los biosólidos fueron sometidos a digestión a las propias depuradoras, una parte de los cuales fueron compostados o secados posteriormente.
Hay que tener en cuenta que la evolución de los precios del mercado energético y las modificaciones normativas aprobadas a finales de 2012 y en el transcurso de los años 2013 y 2014 han provocado una notable disminución del secado térmico como tipo de tratamiento, manteniéndose el compostaje como el más utilizado.
La evolución muestra que la aplicación al suelo (agricultura, jardinería, restauración de actividades extractivas) es el destino mayoritario para el reaprovechamiento de los lodos, observándose, por otra parte, un reducción en la valoración energética.
