Este mediodía se ha reunido la Mesa Interinstitucional de Seguimiento del Sistema del Zadorra en la sede de la Agencia Vasca del Agua, presidida por el Director General de URA, Ernesto Martínez de Cabredo y el Viceconsejero de Seguridad, Josu Zubiaga. En ella han participado representantes de la Agencia Vasca del Agua-URA, la Dirección de Atención de Emergencias y Meteorología adscrita al Departamento de Seguridad del Gobierno Vasco, la Diputación Foral de Álava, Eudel, Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz, AMVISA, Consorcio de Aguas Bilbao Bizkaia e Iberdrola.
El objeto de la convocatoria ha sido el de mostrar la situación del sistema de embalses tras el último episodio de aguas altas de 7 días de duración iniciado el 10 de enero. Tras dicho episodio, el sistema de embalses del Zadorra han aumentado significativamente el nivel de llenado.
Por lo que, en caso de un nuevo pronto episodio intenso de aguas altas, podría justificar una nueva convocatoria de la mesa para la activación de desembalses preventivos con los que velar por la capacidad de laminación de los embalses durante lso meses venideros — estadísticamente, los más más prolijos en precipitaciones.
En el caso de Ullibarri, el nivel ha alcanzado la cota de 544,75 mnm: el nivel donde podría empezar a verter; mientras que Urrunaga ha bajado más gracias al desembalse y turbinado de agua hacia el Arratia y se sitúa ligeramente por debajo de los 544 mnm.
Se estima que en el último episodio de una semana de duración, han entrado al sistema alrededor de 50 HM³; cuatro veces el consumo anual de Vitoria-Gasteiz.
Reunión posterior con los ribereños del Zadorra, Baia y Zaia
Tras la mesa, el Gobierno Vasco y URA han explicado que se incrementarán las estaciones de aforo y meteorológicas en el Zadorra, Baia y Zaia con el objetivo de predecir mejor el comportamiento de los ríos. Asimismo, han trasladado la intención de mejorar los sistemas de alerta temprana a la población de las cuencas.
Mantenimiento de cauces
Por último, URA ha explicado que los caudales en los episodios de aguas altas no pueden ser contenidos en el cauce ordinario por el que circula el caudal de las aguas bajas. El río crece y adelgaza al son de las precipitaciones; natural y recurrentemente; un fenómeno natural donde no podemos intervenir, si no que hemos de convivir con él.
URA ha insistido en que donde sí se puede intervenir es en evitar la exposición de usos sensibles al río en el territorio en que sabemos que ha de crecer el río.
Por último, URA ha recordado que los titulares de las infraestructuras en dominio público han de velar por el mantenimiento de su capacidad hidráulica (para evitar un incremento adicional de la lámina de agua en ese punto; cosa que nada puede hacer para contener un caudal extraordinario en el cauce normal que nos habitúa el río la mayor parte del año).