El Pleno de la Comisión de Desembalse de la Cuenca del Ebro se ha reunido en Zaragoza, en la sede del Organismo, para trasladar a los representantes de los usuarios un análisis de la situación de la Cuenca, que se encuentra, de media y según los últimos indicadores de sequía a fecha 31 de marzo, en situación de normalidad, tanto en los sistemas regulados por embalses como en los sistemas no regulados.
Los índices de sequía, definidos en el Plan de Actuación en Situación de Alerta y Eventual Sequía del Ebro, recogen que actualmente se encuentran en situación de normalidad la mayoría de los sistemas no regulados, es decir, aquellos que no cuentan con embalses o aquellos tramos situados aguas arriba de estas piezas de regulación. Sólo las entradas a los embalses de Cueva Foradada (Teruel) y Oliana (Lleida) y las aportaciones al Jalón y Jiloca se quedan para estas fechas en índices de prealerta y las entradas al embalse de Mediano (Huesca), en alerta.
En alerta sólo se encuentran las reservas y entradas a Barasona (Huesca), en el río Ésera
Por su parte, en lo que respecta a los volúmenes de agua embalsada en los sistemas regulados, muchos de ellos ya en plena campaña de riegos y por ende, de mayores consumos por parte de los usuarios, también reflejan la situación de normalidad prácticamente generalizada en la Cuenca. Ningún sistema regulado se encuentra en situación de emergencia y que en prealerta únicamente se sitúan las reservas de Moneva (Cuenca del Aguas Vivas) y de Cueva Foradada (Cuenca del Martín), ambos en la provincia de Teruel. Además en alerta sólo se encuentran las reservas y entradas a Barasona (Huesca), en el río Ésera.
La abundancia de precipitaciones en forma de lluvia o de nieve desde el comienzo del año hidrológico, con episodios generalizados por toda la Cuenca y en especial, en el Alto Ebro, en las cuencas pirenaicas y en la margen derecha, han situado el volumen de agua embalsada por encima de las medias de los últimos 5 años.
Actualmente, las reservas se encuentran en el general de la Cuenca (hay que recordar que existen zonas por debajo de este porcentaje), al 82,2 %, como ya hemos indicado, por encima del promedio 2010-2014 para estas fechas y ligeramente por debajo del volumen alcanzado en 2014 (85,1%). A esto se unen las reservas de nieve existentes en las cabeceras, principalmente, de las cuencas Cantábrica y del tercio central de los Pirineos, con un volumen de agua equivalente a 702 Hm³, frente a los 1.284 Hm³ de hace un año y los 739 Hm³ de promedio de los últimos 5 años.
Hay que destacar que las reservas de agua se encuentran de media, en una situación de normalidad y que las precipitaciones registradas durante los tres primeros meses del año han permitido mejorar, respecto a hace ahora un año, algunos sistemas regulados, en especial de la margen derecha. Así, las reservas de Las Torcas (Cuenca del Huerva); de Caspe y Mequinenza (Cuenca del Guadalope); de Pena (Cuenca del Matarraña); de los afluentes al Ebro (Leza hasta el Huecha); de La Tranquera y Maidevera (Cuenca del Jalón), que el pasado año se encontraban entre prealerta y alerta, han pasado a una situación de normalidad.
La Comisión de Desembalse es uno de los órganos colegiados de la Confederación Hidrográfica del Ebro, donde se plantean cuestiones sobre la explotación ordinaria y extraordinaria de los embalses. Está formada por 68 miembros, 7 de ellos procedentes de la Administración Central del Estado y 61 en representación de todos los usuarios.