La Unió de Llauradors ha cifrado en 23 millones las pérdidas de la cosecha de los cultivos herbáceos (cebada, trigo y avena, fundamentalmente) de la Comunitat Valenciana como consecuencia de las elevadas temperaturas de las últimas semanas y "el brutal calor del pasado jueves".
En un comunicado, el colectivo agrario ha estimado en la mitad el cultivo afectado por el temporal y ha advertido de que de no llover en los próximos días, "las pérdidas se van a incrementar hasta llegar a perderse la práctica totalidad de la cosecha en determinadas comarcas". "Únicamente en las zonas con producciones más tardías podría recuperarse la cosecha si llueve antes de que concluya este mes", ha alertado la Unió.
Ante esta situación, ha solicitado a la Generalitat que las distintas Oficinas Comarcales hagan una valoración más detallada de los daños para "tener constancia de la magnitud del desastre en las comarcas de interior y garantizar que a los afectados se les ajuste el módulo para el cálculo de la declaración de la renta del año próximo y, así evitar que los agricultores tributen por encima de sus ingresos".
Según ha señalado el colectivo, desde el pasado mes de marzo no ha llovido en las zonas de interior de la Comunitat y en los meses de abril y mayo el termómetro ha marcado temperaturas "demasiado altas" para esta época del año. "El golpe de calor del pasado jueves, unido a las altas temperaturas, ha sido letal pues la espiga estaba en un momento muy crítico, demasiado tierna, y le ha provocado un secado prematuro que hace que se quede sin grano o que sea muy pequeño", ha lamentado.
Para la Unió, esta situación de afección de la sequía en el cereal se ha producido tres veces en los últimos cuatro años (2012, 2014 y 2015) y las Administraciones Públicas "no han hecho casi nada para compensar las pérdidas, lo que pone en serio peligro la viabilidad económica de las explotaciones".
En este sentido, ha solicitado la reunión "urgente" de una comisión de seguimiento de la sequía en la que se analice la evolución y se propongan medidas preventivas y compensatorias "más eficaces" que las adoptadas el último año.
Así, además de la reducción del módulo fiscal, la condonación del IBI o una bonificación del 100 por cien en el pago de las cuotas a la Seguridad Social, la Unió demanda la concesión de ayudas directas de Estado (ayudas de minimis), de unos 15.000 euros por empresa agraria en tres años.
Asimismo, ha reclamado que se tenga en cuenta la situación económica que la sequía producirá sobre los ingresos agrarios a la hora de estimar la condición de Agricultor Activo en la PAC de 2015, poder arar la superfície sembrada para dejarla en barbecho antes de finalizar el periodo obligatorio que se establece para cumplir la condicionalidad o que la Conselleria de Agricultura permita, de oficio, la entrada de ganado en las parcelas sembradas sin que ello afecte al cumplimiento de la condicionalidad.