La asociación conservacionista WWF ha tildado de "inaceptable" que "más de diez días después" de constatarse la presencia de varios focos de peces muertos --primero en el cauce del Guadiamar, posteriormente en las inmediaciones de la aldea de El Rocío-- y de tomarse análisis para dilucidar las causas, aún no se haya informado sobre resultados en uno u otro sentido.
Así lo ha indicado a Europa Press el coordinador de la Oficina Técnica de WWF en Doñana, Juan José Carmona, que ha recordado que si se tratara de un vertido peligroso "sería inconcebible esta cantidad de tiempo". "Ojalá que sean causas naturales, pero para descartar lo otro tendrían que saberse los resultados", ha precisado.
"Están tardando demasiado", asegura Carmona, que ha dado cuenta de la reclamación que la asociación llevará a cabo en el Grupo de Aguas adscrito al Consejo de Participación del Espacio Natural de Doñana para poder contar con algún tipo de respuesta que arroje luz sobre el asunto.
Y es que, ha incidido el portavoz de WWF, si se tratara de un vertido afectaría no solo al medio ambiente, sino también a las actividades agrícolas de la zona, por lo que "no es de recibo tener ni un solo dato".
El director del Espacio, Juan Pedro Castellanos, ya confirmó a Europa Press que se han mostrado muestras de ambos lugares, dándose la circunstancia, en este sentido, de que a principios de verano es relativamente usual la aparición de estos episodios por hipoxia --falta de oxígeno--, si bien el protocolo se activa cuando la mortandad es "relativamente significativa", como es el caso.
Aunque el Espacio Natural de Doñana se pronuncia con cautela sobre el posible origen del hecho y remite a los resultados de los análisis para poder estimar si el origen del mismo está en una causa natural o en la contaminación --se ha incrementado el nivel de vigilancia en los diferentes cauces hasta comprobar que se trata de incidentes aislados--, el responsable de Agricultura y Medio Ambiente de WWF en Doñana, Felipe Fuentelsaz, confirmó a Europa Press la presencia de residuos orgánicos flotando en estas aguas, a poca distancia de El Rocío y lugar de influencia de la depuradora que da servicio a la aldea.
"Está mal dimensionada: en El Rocío viven 1.000 personas y en un determinado momento del año allí se juntan 600.000. No es nada nuevo pero es triste que no se pongan soluciones", explicaba Fuentelsaz, que lamenta que el lugar "colapse y no se tenga capacidad", así como que estas cuestiones no se planteen en la organización del Plan Romero.
