"No solo tenemos que pensar en consumir menos agua, sino en no contaminarla"

¿Sabían que detrás de lo que consumimos hay un gasto de agua? Eso es la huella hídrica. Por ejemplo para que nos podamos tomar un café, en su producción se invierte la misma cantidad de agua que en una ducha. Es decir, el agua llega a los hogares a través del grifo, pero también de la cesta de la compra. Y en muchas ocasiones procede de lugares afectados por fuertes sequías. Nos lo cuenta Ruth Mathews, directora ejecutiva de Water Footprint Network.