La dureza del agua es la concentración de compuestos minerales que hay en una determinada cantidad de agua, en concreto, a la suma de sales de magnesio y calcio. Hay varios tipos de agua dependiendo de su pureza: Aguas blandas con menos de 50 mg/l de carbonato cálcico; Aguas duras intermedias, entre 50-100 mg/l de carbonato cálcico; Aguas duras, entre 100 y 200 mg/l de carbonato cálcico y por último Aguas muy duras con más de 200 mg/l de carbonato cálcico.
La Organización Mundial de la Salud indica que la dureza del agua no produce ningún efecto pernicioso para la salud de las personas. Pero si es importante conocer este dato para poder ajustar el funcionamiento de algunos electrodomésticos como lavadoras y lavavajillas, ya que la utilización de jabón deberá ser mayor cuando estemos en lugares con agua “dura”. En estos lugares la aparición de espuma es mucho menor, ya que el calcio y el magnesio reaccionan con los compuestos que forman el jabón y dejan de ser efectivos.
Uno de los sitios con agua muy dura es Alicante y muy blanda Segovia.