El secretario general de Agricultura y Alimentación, Carlos Cabanas, ha afirmado que la reforma de la PAC beneficia la innovación y la mejora de los regadíos, al promover sistemas de riego más tecnificados y eficientes”.
Ha sido en su intervención en la mesa redonda sobre “La importancia de la agricultura de regadío en la nueva PAC” que se ha celebrado ayer en el marco del X Congreso Nacional del Maíz en Lisboa (Portugal), organizado por la Asociación Nacional de Productores de Maíz y Sorgo (ANPROMIS).
Cabanas ha recordado que nuestro país posé la mayor superficie de regadío de la UE, alcanzando las 3,6 millones de ha en 2014, lo que representa el 21,1 % de la superficie cultivada. En cuanto a su evolución, ha asegurado que son los sistemas de riego más tecnificados y eficientes, los que más han aumentado en los últimos años, “en coherencia con nuestras políticas de regadíos y se ha conseguido disminuir un 20 % el consumo de agua”.
La aportación de las zonas regadas supone el 50 % de la producción agraria anual
El secretario general ha destacado el enorme esfuerzo realizado en planificación hidrológica y modernización de regadíos del Plan Nacional de Regadíos. “Desde el año 2000 se han realizado inversiones por valor de 3.815 millones de euros, siendo la inversión pública de 2.643 millones, y en concreto desde 2002 se han modernizado 1,5 millones de ha de regadíos” ha puntualizado Cabanas.
También ha resaltado la aportación de las zonas regadas, que suponen el 50 % de la producción agraria anual, “ya que cada hectárea regada produce 6 veces más que una en secano, lo que incrementa la renta agraria, crea empleo y ayuda a fijar la población rural”
España, referente mundial en regadíos
Cabanas ha ponderado los logros de la política de regadíos, “que ha contribuido a que sean sostenibles y se encuentren plenamente integrados con el resto de las políticas medioambientales y agrarias”. A este respecto ha destacado el papel de España “como referente mundial en regadíos” por el impulso dado a la innovación en el sector, y a la transferencia de tecnología, con elementos como el telecontrol que permiten una gestión óptima del binomio agua-energía.
En cuanto al planteamiento del regadío en el Reglamento de Desarrollo Rural, el secretario general ha destacado que “se han mejorado las condiciones de elegilibilidad de las inversiones en la mejora de regadíos existentes, exigiéndose un ahorro del 5% agua frente a la propuesta inicial del 25%”. También ha resaltado la inclusión de inversiones en mejora de eficiencia energética, creación de balsas de regulación y uso de aguas regeneradas, no condicionadas al ahorro de agua. Además, ha añadido, se permite la ampliación de superficies de regadío si se garantiza que no se produce un impacto medioambiental negativo.
Finalmente ha subrayado como entre las medidas de Desarrollo Rural, una de las más destacables es la relativa a las inversiones en activos físicos, “concretamente en infraestructuras de regadíos, que pueden ser incluidas en los Programas de Desarrollo Rural”.