El líder del PSOE aragonés, Javier Lambán, ha visitado varios pueblos de la Ribera Alta, Pradilla, Boquiñeni y Alcalá de Ebro, afectados por la crecida del Ebro y ha mantenido luego un encuentro al mediodía con todos los alcaldes afectados en Pradilla.
Allí ha alertado de las repeticiones periódicas de las inundaciones en las pueblos de la ribera del Ebro sin que las instituciones competentes, la CHE y la DGA, tomen cartas en el asunto. Lambán ha lamentado que al no procederse a la limpieza del Ebro en determinadas zonas de Aragón los daños por el aumento del caudal son mayores cada año con menos agua.
El líder del PSOE aragonés ha querido reconocer la magnífica labor que hacen los alcaldes cuando se producen este tipo de circunstancias, ya que siempre “están al pie del cañón, mueven a las instituciones, algunas de las cuales están a la altura de las circunstancias pero no así otras, como el Gobierno de Aragón, del que a estas alturas los alcaldes no han recibido ni una llamada para decirle a que se arriesgan”.
Ha lamentado que también “que varios años después de dar la alarma -sobre su situación del río- se sigue sin limpiar; es incomprensible que el señor De Pedro (presidente de la CHE) tenga bien resuelta la limpieza del río en las comunidades del río aguas arriba, en Navarra y la Rioja y, sin embargo, aquí, siga sin limpiar, lo que significa que cada vez con menos agua los daños son mayores”.
Lambán ha criticado que se repitan en los últimos años los mismos daños por no tomar las medidas prometidas: “No es de recibo la desatención que el Gobierno de Aragón y la CHE le prestan al medio rural, cada vez que nieva se ponen a temblar, por lo que puede ocurrir hoy y en los próximos días”.
El máximo responsable del PSOE aragonés ha pedido una legislación menos reglamentista para poder acometer la limpieza del río Ebro, dadas las reiteradas situaciones de peligro que genera en los últimos años: ”En este momento que vive la humanidad no tener conciencia medioambiental es casi pecaminoso, ahora bien se puede pecar también por exceso; me temo que en Aragón en muchos terrenos se peca por exceso, existen tantos reglamentos, existe una aplicación tan dogmática de determinados criterios de protección medioambiental que acaba causando daño a la propia naturaleza”.
Lambán ha recordado que el río se limpiaba tradicionalmente por parte los agricultores, por los vecinos de los pueblos que sabían lo que ocurría si no se limpiaba el cauce debidamente”. “Esa especie de dogmatismo medioambiental, no sólo causa daños de esta naturaleza, los que vemos hoy, sino que causa daños económicos, ya que la legislación aragonesa es tan restrictiva en materia medioambiental que muchas actividades económicas que se podrían radicar aquí acaban por irse a otras comunidades autónomas donde se es más sensato desde el punto de vista de la aplicación medioambiental”, ha concluido.