Redacción iAgua
Connecting Waterpeople
Hidroconta
Ingeteam
Rädlinger primus line GmbH
Agencia Vasca del Agua
Grupo Mejoras
s::can Iberia Sistemas de Medición
FLOVAC
ESAMUR
Xylem Water Solutions España
SCRATS
ICEX España Exportación e Inversiones
Fundación Botín
ADECAGUA
Fundación Biodiversidad
ACCIONA
Hach
Fundación CONAMA
Red Control
Global Omnium
Likitech
IAPsolutions
CAF
J. Huesa Water Technology
TRANSWATER
KISTERS
Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico
Sacyr Agua
LACROIX
DATAKORUM
AECID
ONGAWA
Lama Sistemas de Filtrado
Sivortex Sistemes Integrals
Vector Energy
Minsait
Amiblu
Baseform
AMPHOS 21
Schneider Electric
Cajamar Innova
TEDAGUA
AGS Water Solutions
Asociación de Ciencias Ambientales
HRS Heat Exchangers
Innovyze, an Autodesk company
Idrica
Filtralite
FENACORE
Confederación Hidrográfica del Segura
RENOLIT ALKORPLAN
Saint Gobain PAM
Aqualia
Molecor
Almar Water Solutions
Consorcio de Aguas Bilbao Bizkaia
Laboratorios Tecnológicos de Levante
Barmatec
GS Inima Environment
ISMedioambiente
Centro Nacional de Tecnología de Regadíos (CENTER)
TecnoConverting
Catalan Water Partnership

Se encuentra usted aquí

Proyecto HOLOANTAR: ¿Cómo se comportan los suelos helados tras retirarse los glaciares?

  • El equipo del proyecto HOLOANTAR, en el que participa la Universidad de Oviedo, evalúa el comportamiento del terreno en áreas deglaciadas de la Antártida y cuantifica en un 17% de retroceso del glaciar Rotch en casi 60 años

Sobre la Entidad

Universidad de Oviedo
La Universidad de Oviedo es la institución pública de educación superior e investigación del Principado de Asturias. Con más de 400 años de historia, dispone de una completa oferta de Grados adaptados al Espacio Europeo de Educación Superior (EEES)...

Un equipo internacional en el que participa la Universidad de Oviedo ha demostrado por primera vez la degradación del permafrost, suelos que se mantienen helados en profundidad después de que un glaciar se haya retirado. Un estudio publicado en la revista científica Earth Surface Processes and Landforms prueba cómo el suelo helado en profundidad en las áreas recientemente deglaciadas de la Antártida Marítima también tiende a la degradación, incrementándose significativamente la erosión del terreno. Es decir, después de retirarse los glaciares, estas áreas, principalmente costeras, experimentan numerosos reajustes y procesos erosivos con altas tasas de movilización de sedimentos, por lo que tienden a perder masa terrestre.

Los investigadores Marc Oliva (Universidad de Lisboa) y Jesús Ruiz (Universidad de Oviedo) han liderado el trabajo, que sugiere cómo puede ser el paisaje y los procesos actuantes en el continente antártico en un futuro con menos hielo. Los escenarios climáticos apuntan a una intensificación general del calentamiento hasta finales de siglo en todo el continente, que en el caso de la Península Antártica hará retroceder los glaciares.

Después de retirarse los glaciares, estas áreas, principalmente costeras, experimentan numerosos reajustes y procesos erosivos

En las nuevas áreas libres de hielo el terreno no consolidado, protegido anteriormente por el glaciar, tiende a ser evacuado hacia los arroyos y al mar y, en consecuencia, se pierde masa terrestre. Este fenómeno, que ya se había constatado en amplias áreas del Ártico y altas montañas de latitudes medias con importantes consecuencias socio-económicas, es la primera vez que se detecta en la Antártida. La investigación se lleva a cabo en el marco del proyecto HOLOANTAR, financiado por la Fundação para a Ciência e a Tecnologia y el Programa Polar Portugués.

Los estudios llevados a cabo en la península de Punta Elefante en la Isla Livingston han permitido a los investigadores constatar que el glaciar Rotch ha perdido un 17 por ciento de superficie de hielo. Para acreditar estas cifras, Oliva y Ruiz han utilizado un sistema de información geográfica que ofrece imágenes por satélite recientes de la zona con fotografías de un vuelo de supervisión que se realizó en el año 1956. 

La Península Antártica es una de las áreas de la Tierra donde el incremento térmico ha sido más pronunciado las últimas décadas, cuantificándose en +2,5ºC desde finales de los años 50 del siglo pasado (en contraposición a otros sectores de la Antártida donde la tendencia es hacia el enfriamiento o la estabilidad climática). Estas condiciones climáticas más cálidas han comportado una intensificación del retroceso de los glaciares en numerosas áreas, particularmente en el norte de la Península Antártica, donde las temperaturas medias anuales están más próximas al punto de fusión. Conforme el hielo retrocede, aparecen nuevas áreas libres de hielo, lo que propicia que la superficie terrestre entre en contacto directo con la atmósfera. 

La redacción recomienda