El Foro de la Economía del Agua presenta el Libro Blanco de la Economía del Agua, editado por McGraw-Hill, que analiza los desafíos de la gestión del recurso del agua tanto a escala global, como doméstica. En España, el gran desafío es gestionar la escasez estructural de agua en un entorno de cambio climático, para lo que se requiere un gran pacto social entre todos los usuarios del agua: sector público, sector privado y sociedad civil. Para el Foro de la Economía del Agua ese tendría que ser el eje que debería vertebrar el Pacto Nacional del Agua, que actualmente negocia el Gobierno. Por eso, garantizar la seguridad hídrica de las ciudades es el gran desafío en la gestión del agua a medio y largo plazo y por esa razón el Foro de la Economía del Agua considera que las ciudades y su seguridad hídrica deben ser parte nuclear del Pacto Nacional del Agua. Por el mismo motivo, el Foro cree que la gestión del agua debe estar por encima de intereses partidistas y territoriales, dada la magnitud de los desafíos.
Actualmente, el consumo urbano representa el 14% de la demanda de agua en España, mientras que el 67% se destina a la agricultura, otro 14% a la generación de energía eléctrica y el 5% restante al uso industrial. Sin embargo, es en las ciudades donde se concentra la mayor parte de la población.
Y para que el Pacto Nacional del Agua tenga efectividad, el Foro ve “imprescindible dotar de verdadera financiación al Pacto Nacional del Agua para que sea eficaz”, afirma el director académico del Foro de la Economía del Agua, Gonzalo Delacámara.
Las negociaciones sobre el Pacto Nacional del Agua tienen lugar en un momento en el que 40% de la red de distribución y alcantarillado está obsoleta, mientras que las inversiones públicas para el agua han caído un 80% en tecnología y un 60% en infraestructuras desde el año 2011, según cifras de Contabilidad Nacional. De igual modo, la ejecución presupuestaria del Ministerio de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente ha retrocedido un 70% desde el año 2011. Adicionalmente, la aplicación de la llamada regla de gasto impuesta por el Ministerio de Hacienda a las administraciones municipales hace que los ayuntamientos no puedan recuperar el nivel de inversiones que tenían en 2010 antes del año 2025, pese al generalizado superávit fiscal que hay actualmente y a pesar de que el cambio climático obliga a renovar las técnicas de depuración de aguas.
Para que el Pacto Nacional del Agua tenga efectividad, el Foro ve “imprescindible dotar de verdadera financiación al Pacto Nacional del Agua para que sea eficaz”
El Pacto es urgente ante la escasez estructural del agua, no en vano el 80% del territorio nacional corre riesgo de desertificación. Las recientes lluvias han elevado el nivel medio de los embalses españoles al 60,2% de la capacidad, pero de forma muy desigual, con una horquilla del 22% al 100% de la capacidad. Aun así, el nivel de agua embalsada sigue estando 12 puntos por debajo del promedio de los últimos cinco años. Por eso, Gonzalo Delacámara recalca que el Pacto Nacional del Agua no debería centrarse principalmente en “medidas correctoras tradicionales de la oferta de agua”, como los trasvases, sino en una gestión adecuada de los usos del agua, “coordinando políticas sectoriales y modificando los incentivos actuales al uso de recursos sobreexplotados [como el agua de pozos subterráneos, cuya sobre explotación pone en grave peligro la sostenibilidad medioambiental], mientras otros permanecen ociosos”.
En este sentido, el Foro de la Economía del Agua, apuesta por medidas de eficiencia, como profundizar en la reutilización de aguas residuales (cuya tasa está en el 9%), o en la desalación, que solo representa el 2% del total, así como en unos principios generales de regulación y una supervisión sólida, que armonicen la gestión del agua. Esto último es esencial, ya que los 8.124 municipios españoles tienen competencias legales sobre los servicios urbanos del agua, lo que deriva en una gestión completamente atomizada.
El Libro Blanco de la Economía del Agua contiene aportaciones de altos representantes de Naciones Unidas, la OCDE o el Banco Interamericano de Desarrollo, entre otras instituciones. La obra ha sido coordinada por Gonzalo Delacámara, el secretario del Comité Académico del Foro de la Economía del Agua, Francisco Lombardo, y el director del Foro de la Economía del Agua, José Carlos Díez. El Foro de la Economía del Agua es una iniciativa auspiciada por la Universidad de Alcalá, que cuenta con la colaboración de la Universidad Autónoma de Barcelona, la Universidad de Granada y la editorial McGraw-Hill.