El Departamento de Protección Civil de Haití, en asociación con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), ha trabajado incansablemente para ayudar a las familias afectadas por las inundaciones que azotaron la ciudad norteña de Cabo Haitiano y sus aldeas vecinas, como consecuencia de las fuertes lluvias, desbordes y desprendimientos de tierra que dejaron un saldo de 17 víctimas, cinco de las cuales eran niños.
Más de 15.000 casas han quedado bajo el agua, 90 han sido completamente destruidas y 800 presentan serios daños. Asimismo, más de 6.500 personas se encuentran temporalmente alojadas en refugios de emergencia.
Las recientes inundaciones también han afectado más de 2.200 hectáreas de plantaciones en una de las zonas más fértiles del país.
Estas inundaciones han demostrado que Haití ha fortalecido su capacidad para la prevención de desastres
“La temporada de huracanes ya casi ha finalizado y ha sido relativamente leve en Haití, pero las recientes tormentas han demostrado, una vez más, la vulnerabilidad del país ante los desastres naturales”, comentó Sophie de Caen, Directora Senior del PNUD en Haití. Asimismo, agregó que tanto el PNUD como los demás organismos de las Naciones Unidas se pusieron inmediatamente a disposición del gobierno para movilizar recursos y ofrecer ayuda a las poblaciones más afectadas.
“A pesar de todo, estas inundaciones han demostrado que Haití ha fortalecido su capacidad para la prevención de desastres. En efecto, como resultado del trabajo realizado por el PNUD para mejorar la labor del Departamento de Protección Civil haitiano y su efectividad, toda la ayuda ofrecida luego de las últimas inundaciones ha sido organizada íntegramente por las autoridades nacionales”.
Asimismo, cerca de 40 expertos del PNUD se encuentran trabajando directamente con el Gobierno y sus Centros de Operaciones de Emergencia a nivel nacional y local.
Para mitigar el impacto de las inundaciones, así como de otros desastres naturales, el PNUD y el Gobierno haitiano también han plantado cerca de nueve millones de árboles y han trabajado con granjeros para poder obtener plantaciones más resistentes que permitan evitar la erosión. Además, se han puesto en marcha medidas para reducir las inundaciones, con el uso de herramientas de gestión de las aguas y elementos de protección para prevenir el desborde de los ríos.
“No cabe duda de que los últimos esfuerzos realizados por el Gobierno y sus socios, entre los cuales se encuentra el PNUD, para mejorar la resiliencia, en especial en las áreas del norte y noreste del país, son un paso en la dirección correcta”, afirmó de Caen.