El Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN) busca que el Complejo Barra de Santiago, en Ahuachapán, sea reconocido internacionalmente como Sitio Ramsar.
La ficha técnica que describe los detalles de Barra de Santiago, ya fue enviada a la Secretaría de la Convención Ramsar y en ella se describen los ecosistemas involucrados, como manglares, playa de arena, bosque tropical seco de inundación, ríos, pantanos de agua dulce y salobre.
Lograr este reconocimiento es de suma importancia para el país, según la Viceministra de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Lina Pohl: “Se le pone un foco de atención para su conservación y restauración. Este lugar tiene mucha riqueza natural que hay que proteger, pero también es de riqueza para las comunidades que pueden desarrollarse y obtener beneficios”.
El Complejo Barra de Santiago y áreas colindantes incluye cultivos de caña, llanuras de inundación del río Paz, áreas destinadas al pastoreo de ganado, playas de arena, remanentes de dunas, zonas de palmeras; así como las áreas naturales protegidas de Santa Rita y Zanjón El Chino.
Barra de Santiago destaca por tener una extensión de más de 10 mil hectáreas y ser el primer humedal costero fronterizo que será declarado por El Salvador de importancia internacional. Además, es hábitat para especies en peligro de extinción a nivel nacional, como loras, pez machorra y caimanes, entre otras.
Este será el séptimo sitio Ramsar de El Salvador y llevará consigo importantes compromisos del país, como procurar actividades de desarrollo sostenible en la zona, particularmente por incluir bosque de manglar.
De acuerdo con la Viceministra de Medio Ambiente, la declaración de este lugar como sitio Ramsar tiene un aval internacional y permite cuidar mejor estos sitios si se tienen identificados.
“Se destaca la importancia de los servicios que estos ecosistemas están proveyendo para la pesca y la agricultura en la zona de tránsito, porque tiene varios canales a través de los manglares que conectan a los habitantes hacia otras zonas productivas”, explica Pohl. Además dice que una de las funciones más importantes es el bosque de mangle, que sirve como barrera de protección natural ante los efectos del cambio climático.
Un sitio Ramsar es un humedal que por sus características ecológicas, hidrológicas y por los servicios que presta, un país o países se comprometen a procurar su desarrollo sostenible. Los humedales son diferentes cuerpos de agua como: pantanos, manglares, marismas, lagunas, lagos naturales y artificiales, cavernas, mantos freáticos, arrecifes de coral con biodiversidad asociada, incluyendo aves migratorias, que en conjunto generan beneficios a las poblaciones humanas y ecosistemas aledaños.
La Convención de Ramsar insta a los países miembros a procurar el desarrollo sostenible de los humedales, involucrando a las comunidades inmersas en la planificación del uso de los recursos. Su labor se centra en el uso racional del agua, creación de una red de humedales de importancia internacional y cooperación internacional. Se trata de un pasar de los proyectos locales a la formulación de políticas globales.
Entre los criterios Ramsar que cumple Barra de Santiago sobresale su gran riqueza de especies de aves, ciclos reproductivos de especies importantes para la pesca y marisqueo, que es hábitat de especies en peligro de extinción, a nivel mundial como delfines, nutrias y tortugas marinas, entre otras.
En la información requerida en la ficha también se detalla sobre las actividades económicas en la zona, datos de la población, así como actividades culturales o religiosas asociadas al humedal.
El área de manglar de Barra de Santiago ha experimentado el impacto de diversos eventos climáticos extremos como Agatha, Paul y Stan, entre otros; al incrementar los niveles de caudal de los ríos que confluyen a este estuario.
Otro factor son las prácticas agropecuarias inapropiadas, que han causado una alteración hidrológica y a su vez ha generado el azolvamiento de los canales de los manglares.
Esto generó la disminución de la riqueza de especies, como las conchas, curiles y cascos de burro, limitando las opciones económicas y alimenticias de las comunidades asociadas. Por ello, con apoyo financiero del proyecto Biodiversidad Pesca y Turismo, el MARN hará un estudio hidrológico que permita señalar las zonas donde se deben realizar obras de ingeniería para permitir la restauración natural del manglar.
Esta iniciativa se suma a todos los esfuerzos que se realizan para proteger los humedales y para trabajar de la mano con las comunidades como principales aliados y beneficiarios de los servicios que ofrecen estos sitios.
