El Ministerio de Medio Ambiente de Irlanda ha recibido una amenaza de bomba este lunes por las nuevas tarifas del agua, en la mayor escalada de manifestaciones hasta la fecha en contra de la política de austeridad.
Decenas de miles de personas han tomado las calles para protestar contra los planes del Gobierno de aplicar impuestos directos sobre el uso del agua para el próximo año.
Los cambios en la tarifa del agua son la pieza final de una política de austeridad que ha recortado 30.000 millones de euros, que ha reducido el gasto en casi un 20 por ciento desde 2008, y que ha provocado las mayores protestas ante cada medida.
Mientras Irlanda prevee este año un crecimiento del 4,7 por ciento del PIB, el más rápido de la Eurozona, los manifestantes afirman que la gente "de a pie" no siente la recuperación y que han sufrido la austeridad desproporcionalmente.
Los ministros han sido molestados durante las protestas en los últimos días y el ministro de Medio Ambiente, Alan Kelly, ha afirmado que un trabajador de su Ministerio ha recibido una amenaza este lunes.
"Ha sido una experiencia muy traumática y molesta", ha afirmado el ministro Kelly, del Partido Laborista, en una declaración.
La viceprimera ministra, Joan Burton, estuvo atrapada en su coche durante dos horas este sábado por una multitud en la que se incluían miembros del Parlamento recientemente elegidos, que reclaman un boicot a las nuevas tarifas.
Un vídeo de la manifestación muestra a la ministra siendo golpeada por un globo lleno de agua. Burton tuvo que ser escoltada por la Policía para abandonar el lugar.
La Policía del Condado de Cork también ha comenzado una investigación después de que dos furgonetas pertenecientes al Ayuntamiento fueran incendiadas durante la noche. Las imágenes publicadas en la web muestran que los dos vehículos pertenecían al Servicio de Agua.
Tras meses de incertidumbre y de creciente oposición, el Gobierno ha anunciado que la nueva tarifa que se dará a conocer este miércoles será menor de lo previamente acordado, lo que será corregido en varios años.
Los informes de la prensa indican que el Gobierno podría reducir las nuevas tarifas desde los 400 euros al año para algunas familias hasta cerca de los 200 euros.
